Sombra

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Una suave brisa ondeaba sus cabellos a través de la ventana del taxi. Ella observaba los árboles como si buscara algo pero sin buscar nada realmente.

Era una fría noche de abril en Sacramento, California. Ella regresaba a su casa después de un largo y extraño día en la universidad.

Observó la hora en su teléfono, y aprovechó para subirle el volumen a la música que escuchaba. Giró su rostro nuevamente y continuó viendo los árboles; una extraña sensación la obligaba a permanecer alerta...

Apretó su mano derecha fuertemente, arrugando un papel en ella. Un papel que se había encontrado en la biblioteca luego de ver a alguien correr delante suyo. En el papel había un círculo con una equis y detrás, su nombre estaba escrito, como si fuera su destino encontrarlo. Cuando lo halló, se arrepintió de inmediato y odió su curiosidad. ¿Qué le costaba no ir por dónde había pasado aquélla sombra? Podía haber rodeado las estanterías, pero algo la obligó a pasar por ahí y ese algo, era lo mismo que la obligaba a ver los árboles con tanto interés.

—Son diez dólares ーdijo el hombre, sacándola de su pentamientos mientras estacionaba.

Salió del auto con sus cosas y esperó a que este se fuera. Observó por millonésima vez el papel y luego lo rompió muchas veces para luego echarlo, y que algún barrendero se encargase de el.

No podía sacarse de la mente lo que vio o lo que creyó ver... tal vez sus ojos le estaban mintiendo o probablemente, leer tanto en tan poco tiempo había hecho que algún personaje de los libros se teletransportara a su realidad. Pero eso es seguro una estupidez. Ella sabía lo que había visto.

Era alto, llevaba una chaqueta color mostaza y juraba haber visto una máscara blanca, con ojos en negro y una boca. Fue
Entró a su casa, una casa plagada de recuerdos con su abuelo quién fue el que la crió a parte de su desaparecido hermano mayor, Alex Kralie.

Ambos habían llegado a un acuerdo, el cual consistía en no volverse a ver por la seguridad de Megan, la hermana menor de Alex. Ella se negó pero su hermano ya había tomado la decisión.

La casa era relativamente moderna; claro está que tenía cierta decoración de un anciano peculiar. Ella sonrió un poco al recordar a su extraño pero divertido abuelo. Pero había algo que no estaba bien en la casa, aunque no se notase a simple vista...

Parecía que había más de una persona a pesar de que solo había silencio.

Decidió calmarse y evitar pensar en cosas estúpidas. La paranoia le estaba atacando, como si miles de descargas eléctricas pasaran por su columna.

Subió las escaleras y caminó hasta la puerta de su habitación, cerrándola con fuerza y poniendo el pestillo. Un poco más calmada, se sentó en su cama y dejó su móvil en la mesa de noche. Suspiró y rió bajito. Probablemente alguno de sus amigos quería asustarla y lo había conseguido, pero no más.

Se echó en la cama y vio en su almohada aquel papel que anteriormente había roto...

ACOSADA | Masky | CreepypastaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora