- ¿Sabes que, Mell? - Murmuró Aleah.
- ¿Qué pasa Aleah? - Preguntó Melissa en un murmullo también, pues estaban hablando en medio de la clase.
- Mañana es día del amor y la amistad. - Anuncio sin demostrar alguna emoción.
- Mmm, ¿en serio? - Preguntó de la misma forma que su mejor amiga.
- Si y seguimos sin conseguir chicos.
- Creo que moriremos solas.
- Supongo que si.
- ¿Y si intentamos invitar a Gabrielle y Thomas a salir?
- ¿Estas loca? Esos dos están con las porristas. - Aleah suspiro. - Nunca nos harían caso.
- ¿Entonces, solo nos rendimos?
- Es mejor que ser humilladas por ellos.
- Tienes razón.
- Odio cuando tengo razón en estos casos.
- Yo también odio cuando tienes razón en esto.
Aleah se recostó en la mesa y dirigió su mirada hacia la morena de su lado. -¿Por qué razón estamos pensando si quiera en esto?
- No lo se.
- Gran respuesta Melissa.
- ¡Oye, no empieces!
- ¡Hey, tranquila!
- ¡Señoritas Evans y James, Callense o las saco de mi clase! - Las reprendió el profesor Adams.
- Perdón. - Se disculpo Melissa.
- Da igual. - Murmuró por lo bajo Aleah.
Ambas se miraron.
Tan diferentes y a la vez iguales, pero así se querían.
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La clase había terminado y ahora ambas chicas se encontraban sentadas en una de las tantas mesas de la cafetería, desayunando.
- Y entonces... - Comenzó Melissa.
- Entonces, ¿qué? - Aleah la miro.
- ¿Qué haremos mañana? - Cuestionó, jugando con su ensalada.
- No lo se. - Aleah se encogió de hombros. - Realmente me da igual lo que hagamos, así que elige tú.
- ¿Te gustaría ir al cine?
- Olvídalo. - Negó. - El cine estará infestado de parejas y la verdad, no apetezco ver eso.
- Entonces... - Melissa no pudo terminar su oración, ya que fue interrumpida por un chico castaño.
- ¡Chicas! - Grito el chico, mientras se acercaba a la mesa donde estaban ellas y cuando llegó, se sentó al lado de Aleah y la abrazo tan fuerte que sintió su espalda tronar.
- ¿Podrías tratar de no asesinarme con tu abrazo mortal, Cameron? - Cuestionó Aleah, tratando de zafarse.
- Lo siento. - Se disculpo. - Pero en realidad necesitaba un abrazo.
- Si, pues se lo hallas pedido a Mell, ella si regala abrazos. - Rodó los ojos. - Yo no y deberías recordarlo.
- ¿Por qué razón necesitabas un abrazo, Cameron? - Le cuestión Melissa, ignorando el comentario de su mejor amiga.
- ¿Recuerdan a Aline? - Preguntó Cameron.
- ¿Aline Brown? - Preguntó dudosa Melissa.
- Si. - Acepto el chico.

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Las Caza-amores
De TodoMelissa James y Aleah Evans son un par de mejores amigas con mala suerte en el amor. Resignadas a nunca encontrar al amor de su vida, deciden ayudar a las personas a conquistar a la persona que les gusta, convirtiéndose en un éxito en su tarea, ya...