Thuriam,el mundo perdido

Capitulo 3

Capitulo 3

Era por la mañana, bastante pronto cuando Nadia se levanto algo somnolienta pensando en lo que le esperaba hoy. Se vistió lentamente sin mucha prisa, se peino dejando caer su melena rubia por la espalda y bajo a desayunar a la cocina intentando no hacer ruido porque sus padres estaban durmiendo , al terminar llamaron a la puerta

-Nadiaaa soy yo- Se escucho la voz de Paula detrás de la puerta- Date prisa que luego no quiero ir con prisas y que mis padres se enfaden

- Ya estoy preparada nos podemos ir ya, tengo muchas ganas de saber que hay en la cueva misterios que me enseñaste- Paula le dedico una media sonrisa

Cerro la puerta y se encaminaron a la misteriosa cueva de la tarde anterior. Nadia se dio cuenta de que Paula iba muy tensa, como si le preocupase algo e intentase que no se notase mucho. Parecía que ella tenia razón porque a Paula le preocupaba lo que pudiese suceder en la cueva a la hora de entrar , estaba preocupada por lo que pudiese pasar en ella

-Paula...- Capto la atención de esta- ¿Te pasa algo? es que estas un poco rara hoy

-Ah... no, no pasa nada solo que tengo un poco de sueño pero nada mas

Tras esas palabras no hablaron mas cada una metida dentro de sus pensamientos una preguntándose que encontraría allí y la otra que, que les podría pasar allí, parecían preguntas parecidas pero eran muy diferentes. Al tiempo de haberse adentrado en ese frondoso bosque se fue divisando la misteriosa cueva que casi nadie sabia el secreto que escondía esta, las chicas se miraron.

- Aquí estamos como te dije ayer ¿De verdad que quieres entrar?- Nadia asintió y con paso firme se dirigieron las dos chicas a la oscuridad de la cueva.

Al poco de entrar vieron unas antorchas y Paula con la ayuda de un mechero encendió una para cada una. Caminaban lentamente pero con paso firme e intentando ver bien ya que las antorchas, aunque alumbraban, no era suficiente. Nadia al mirar a los lados se dio cuenta de que había figuras extrañas en las paredes y letras en un idioma desconocido para ella, se paro y se acerco para tocarlas. Al segundo de rozar la pared con sus dedos se encendieron todas las luces de las antorchas  como si de magia se tratase

-Pero que narices...- Intento decir Nadia- Paula que acaba de pasar

- Al tocar las paredes se encienden las demás antorchas - Ella sabia que era una respuesta muy poco creíble pero no se le había ocurrido nada mas y al parecer Nadia la creyó a medias lo suficiente para que no volviese a decir otra pregunta

Al darse cuenta vio como si hubiese estado una antigua generación aquí porque había cosas extrañas por las paredes y no eran dibujos sino rayas con círculos y triángulos  que parecían letras pero no sabia de que idioma podían provenir tales cosas. Siguieron andando por bastante rato y encontraron una pared muy alta que nos le dejaba continuar  y no había mas caminos por los que poder seguir ya que solo estaba ese

- ¿Ya no hay mas cueva? ¿ U algún camino pequeño escondido?

- No solo es hasta aquí- En realidad Paula sabia que había mas cueva pero de momento no se lo podía decir, si no le matarían sus padres y los de Nadia- Ya podemos volver si quieres

- Espera un momento- Se giro y vio algo que brillaba un poquito y que sobresalía de la pared un extraño cristal. Poso su mano en el cristal, tiro un poco y lentamente fue saliendo de su escondite al haberlo cogido entero se encendieron todas las cosas que había en la pared.

-Asombroso- Miro Paula todo lo que acababa de suceder, Nadia la miro extrañada- El cristal digo es que nunca lo había visto porque venia por aquí a menudo...-Paula cambio radicalmente de tema- Sera mejor que nos vayamos ya sino se enfadaran con nosotras

- Si tienes razón- Limpio un poco el cristal que era aproximadamente como un  poco mas grande que un  dado y su color era un azul muy intenso pero al la vez parecía muy delicado. Se lo guardo con mucho cuidado de que no se le rompiera en el bolsillo derecho  de su pantalón 

Al salir de la cueva, de la nada salió una raíz de la tierra lo bastante grande y gruesa para que Nadia tropezase y se cayera y en un abrir y cerrar de ojos el cristal despareciese de su bolsillo sin que ella se diese cuenta . Paula le ayudo al levantarse y prosiguieron su camino hasta llegar a la casa de Nadia.

-Oye una pregunta ... ¿Qué eran esas cosas raras que estaban por toda las paredes?-pregunto Nadia de improvisto

-"Piensa Paula PIENSA"-Se dijo a si misma- Pues... yo... la verdad es que no lose llevo viviendo mucho tiempo aquí y cuando era pequeña fue cuando la descubrí pero ya tampoco es sabido nunca que son esas cosas y la verdad también me gustaría saber lo que es

- Bueno...-Dijo no muy satisfecha con la respuesta de la morena- Lo buscare por internet haber si sale algo. No se me ocurre nada mas y se lo preguntare a mis...

-NO... ósea...quiero decir... que no se lo puedes decir ni a tus padres ni a  nadie

- ¿Porque? - Pregunto extrañada por lo que había dicho su amiga-

-Es que... ¡Es un secreto si! bajo ninguna circunstancia se lo puedes decir a nadie porque querrán saber mas y mas y mas y querrán venir y eso no puede ser. ¿Vale? prométeme que no se lo dirás a nadie

-Vale, vale te lo prometo

Tras el camino de vuelta llegaron a la casa de Nadia omitiendo cualquier pregunta de donde habían estado toda la mañana y parte de la tarde ya que como le había dicho Paula a Nadia era un secreto que no se podía revelar a nadie bajo ningún concepto