Emma no me dejaba salir de la cama. ¿Su excusa?, domindo de Netflix.
Tengo que salir de la cama—le murmuré.
No, quedate—me abrazó con fuerza.
Ya, vale, no me voy, pero dejame ir al baño—dije, riendo.
Rápido—me ordenó.
Acto seguido: Cambiarme en el baño y salir por la puerta trasera.
¡Adiós!—le grité.
¡Me la pagarás!—gritó
... ... ...
Dos meses sin saber de tí—dijo Danna.
Lo sé, Donna—dije.
Sigo amando que me llames así, te quiero presentar a una buena amiga, su nombre es Vics—dijo, llamando a la chica.
Hola—dijo, con un sutíl olor a mentos.
Era realmente hermosa, Emma estaría muriendo de celos ante ella, es simplemente el sueño de todo ser.
Hola—dije.
Sentía rojas las mejillas, inmediatamente tapé mi cara con el abrigo.
Hace demasiado frío, ¿Entramos ya?—preguntó Danna.
Sí—dijimos Vics y yo al unísono.
Ya dentro de la cafetería pedimos galletas y cafés.
¿Emma?—preguntó Danna.
Supongo qué durmiendo—le dije.
Vics me estaba observando, nunca me había sentido tan observada en una misma mesa.
Sonó "Paradise" y Vics salió a responder la llamada, dos tipos salieron trás ella.
Saldré ya—avisé a Danna.
Corre, no se ha dado cuenta—me apresuró.
Salí en busca de Vics, estaba atrás, en una esquina, los tipos la estaban buscando.
Vics, ven—murmuré.
Me está buscando, ¿No?—preguntó, asustada.
Eso no importa, vamos—la jalé.
Los hombres nos vieron, corrimos para evadirlos y lo logramos.
Gracias—me dijo.
De nada—me sonrojé, de nuevo.
Me abrazó, sentí su cuerpo, caliente.
Prometimos no contarle la última parte a Danna, ella le contaría a Emma y eso me traería problemas.
Llegamos a la cafetería y ahí estaba ella, hecha una bola de nervios.
¡Oh, dios!—dijo Danna, asustada.
Estamos bien—dijo Vics, actuando de lo más profesional.
¡Oh, no! hora de irnos, esos tipos no deben estar muy lejos—ordenó.
Vamonos—dijimos de nuevo Vics y yo al unísono.
Vics, en la esquina, sentada, asustada. Indefensa, me hervía la sangre de solo pensar en lo que le podrían a ver hecho. Necesito cuidarla.
Emma, Carl y ahora Vics, esto se está volviendo confuso. Espero qué mi aturdida mente se entienda ya.