Capítulo 32.

24.1K 2.5K 1.5K
                                    

Jimin.

-¿Crees que se preocupe demasiado?

-No lo sabremos hasta que no entremos.- Me dice Jungkook tironeando de las correas de sus perros, ya que estos están desesperados por jugar con los niños del orfanato.- ¡Tranquilo, Seagull! Aprende de tu hermano.- Río con esa escena. Es un debilucho.

-Le encantará a Sarang.

-Lo sé, pero son muy juguetones y no quiero asustarla, asi que tú vas primero.

-Creo que será mejor que tú vayas primero. Yo la preocuparé, pero si la entretienes quizás podamos distraerla...

-Ya te lo dije. ¡Seagull, quieto! Es demasiado inquieto se asustará.

-Bien.- Acepto tirando mi plan por el desagüe. No le conté a Sarang sobre mi herida, ni mucho menos sobre el desmayo. Jungkook no me ha dejado trabajar pero él si lo hace.

Estoy solo la mayoría del tiempo recostado, mientras él se la pasa de obligación en obligación.

-Mas tarde iré a llevarlos a lo de mis abuelos. Así podremos estar más tiempo juntos y tratar mejor tu herida.- Asiento eufórico.- Aunque los extrañaré. ¡Seagull, solo es un pájaro!

Niego por lo contradictorio que sonó eso y apuro mi paso para entrar primero, iré a retirarla para pasar un tiempo en la plaza.

Como siempre me registro y la voy a buscar. Toco su puerta viendo como una tímida Sarang saca la cabeza.

-Hola, bebé.- Abre la puerta de par en par y se arroja a mis brazos. Me golpea el brazo lesionado pero solo hago una mueca a escondidas para que no lo note de esa forma.

-Tardaste mucho...- Esas palabras...

Puedes sacarla de este horrible lugar, ya tienes la oportunidad. Sacudo mi cabeza quitando ese pensamiento de mi mente. No es el momento.

-Lo siento, pequeña. Te hice esperar mucho, ¿verdad?

Ella asiente en mi cuello. Apreto mi agarre para sentir su calidez. Es muy pequeña para mis brazos.

Me separo y la observo notando que ya esta lista para salir.

-¿Ya estás preparada?- Ella asiente.

-¿Jungkook?- Hago un puchero por la rapidez al preguntar eso.

-Está abajo.- Intento sonar indiferente. Se separa completamente y toma mi mano, tirando de ella para que me apure provocando un dolor punzante en la herida.- Despacio Sarang. Duele.- Tarde me doy cuenta de lo que digo.

Asustada por mis palabras, levanta un poco mi camiseta y ve mi brazo vendado.

-¡¿Qué te ocurrió?!- Demonios, precisamente lo que no quería.

-Solo, me lastimé un poquito pero ya estoy bien. Casi ni duele y...

Su rostro es de tristeza.

-No, no. No llores. Mírame, estoy bien.- Ella se abraza a mí y me siento el peor hermano del mundo.- Sarang, perdóname.- Le ruego.- Perdóname por hacerte preocupar tanto, no llores...- Mi corazón se estruja. Sin embargo, no me hace caso, sino que se aferra mucho más a mi.

-Jiminie, qui-quiero cuidarte... Déjame ir contigo y cuidarte...- Solloza.

Ya no tengo opción, no puedo dejar a Sarang en este lugar ni un minuto más. No permitiré que sufra por mi culpa ni por nadie.

-Prometo que haré lo posible.- Mi voz suena ruda, ya que tomo una decisión. Sarang es lo primordial en mi vida y todos los demás deben comprender.- Vamos, pequeña. No llores. No querrás mostrarle esa expresión a Jungkook.- Ella niega limpiando su rostro con sus puños, yo la ayudo.

FOR YOU [Jikook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora