Era un atardecer normal en la ciudad vampiro. Todos los niños ya iban camino a sus casas después de alimentar a los vampiros, todos excepto un pequeño azabache de ojos verdes quien muy atentamente miraba desde el balcón de algún edificio de la ciudad las pocas nubes y el escaso color azul que aun se percibía en el cielo mientras suspiraba pesadamente.
No despegaba su mirada del paisaje hasta que, un rubio de la misma edad se abalanzo contra el abrazándolo por el cuello desde la espalda. El azabache sujeto las manos del rubio para así apartarlo del, sacándole una pequeña risa burlona al rubio.
-Nee Yuu-chan ¿Qué haces aquí? ya tenemos que volver con los demas.
-Solo miraba el cielo antes del atardecer. Oye Mika ¿Cuál es tu color favorito?
El joven Mikaela miro sorprendido a su acompañante ya que, desde que habían llegado a la ciudad vampiro lo único que pensaba Yuu era en acabar con los vampiros, así que, le desconcertaba que el chico se comenzara a preguntar cosas tan triviales y comunes como esas.
-¿Color favorito? Creo que no lo tengo Yuu-chan—Respondió Mika sonriendo – Y ¿Cuál es el tuyo?
-El mío es el azul—Contesto Yuu sin pensarlo, y devolviéndole la sonrisa a Mika
-¿Azul? ¿Por qué?
-Algún día lo sabrás...tal vez—Dijo el azabache para dirigirse hacia la entrada dejando a un confundido Mika atrás...
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Era una tarde nublada en la ciudad, los edificios derrumbados de Nagoya estaban más de deterioro debido a la última batalla que se llevo a cabo entre humanos y vampiros. Y un joven vampiro de 17 años observaba a su alrededor pero su vista parecía estar viendo a la nada, mientras trataba de contener esas ganas de beber un poco de sangre para calmar sus sed.
-Oye Mika ¿estás bien?—Pregunto un joven de ojos verdes mientras le tocaba un hombro al nombrado
-Yuu-chan me podrías responder algo.
Claro Mika, dimelo.
-Cuando éramos niños tú me preguntaste cual era mi color favorito y yo a ti. Tú me respondiste que era el azul ¿Por qué?
En ese momento las mejillas de Yuu se tornaron de un color rojo mientras desviaba la mirada-ahora penetrante- de la de su acompáñate.
-Mi color favorito era el azul porque de ese color eran tus ojos. Cada vez que me encontraba en la obscuridad de la ciudad vampiro tus ojos me recordaban el hermoso atardecer que había afuera y que no todo era tan malo.
Las mejillas de Mika se habían puesto aun más rojas que las de Yuu al escuchar su explicación, para después mostrar una sonrisa nostálgica.
-Pero ahora supongo que ya no te puedo ayudar ya que mis ojos ahora son rojos.
-Pues ahora mi color favorito es el rojo. No me importa quién seas, si humano o vampiro tu siempre serás mi familia Mika.
En ese momento el rubio le iba a responder pero no pudo ya que Yuu comenzó a jugar con sus colmillos para liberar la tención de la situación, mientras Mika pensaba en aquella respuesta, que a la vez le emocionaba ya que desde que era un niño pudo ayudar a la persona mas importante para él, Yuichiro.