Estaba tumbada en mi cama, aún sin reponerme de mí apasionado primer encuentro con mi recién estrenado Personal trainner. El encuentro fue muy reconfortante había conocido a mi entrenador personal muy....... a fondo. Al parecer nos entenderíamos muy bien.
Después de recordar cada caricia, gesto, susurro, vividos con Alaín: Y seguir embriagada por su aroma y por los múltiples órgasmo que me había regalado. Una llamada a mí teléfono móvil me sacó de mis pensamientos. Miro la pantalla y era mi adorada madre.
-Hola, madre.
-Hola Sayi cariño, quedaste de pasar hoy por casa. ¿Que te pasó?
-¡Ah! lo siento madre, se me olvidó, tenía trabajo pendiente. Y no me digas Sayi sabes que lo odio
.
-Para mi siempre serás mí pequeña sayi cariño.
-Madre, que ya no soy una niña tengo 28 años.
- Eso a mis ojos no cambia nada "Sayi". Pero a ver cariño... ¿cuándo vienes? así planificamos el día de mañana, tenemos prueba de vestido, además le prometiste a Gabrielle acompañarla a elegir el menú del catering. Y recuerda eres su dama de honor.
Se me había olvidado completamente, menuda cabeza la mía olvidarme, de esas cosas. Y se supone que es la boda de mi mejor amiga. Pero ahí estaba yo, con la cabeza en otro sitio, o más bien en él, mi nuevo Personal trainner que me había dejado, bailando en una nube. Era un amante ¡excepcional!, no me había pasado nunca, sentía cosas raras.... como unas ganas enormes de volver a verlo otra vez. Aún presa de mis emosiones y deseos, oí la voz de mi madre al otro lado del teléfono, que me hizo volver a la realidad
-Sayi cariño ¿estás ahí?.
-Sí madre aún sigo aquí, no te he abandonado. - oí reirse a mi madre.-
-Hay mi pequeña siempre tan dramática....
-¡Tengo a quién salir no!.- soltamos una carcajada al unísono.
Adoro a mí madre, es mi amiga, confidente, puedo contar con ella en las buenas y en las malas, bueno por algo es mi madre, aunque no me escapo de sus sermones, pero los prefiero, antes que a los de mí padre.
Mi padre es chapado a la antigua, aunque me adora y soy su ojito derecho, no deja que siempre me esté regañando y echando en cara que ya debería estar casada como Dios manda y haberle dado nietos.
Pero eso, ni pensarlo amo demasiado mi libertad. En un futuro, no descarto casarme tener hijos o ¡no!. Uno nunca sabe lo que le tiene preparado el destino.
-Sayi, cariño ¿qué te pasa? estás como en otro planeta. - Mí adorada madre siempre con sus ocurrencias..
- Bueno me paso más tarde por tu casa. Dile a Gabrielle que estaré allí sobre las cinco.
- Bueno cariño, te esperamos. ¿ haber cuando me das una alegría así?.
-Madre, no empieces por favor...
Después de la plática amena que tuve con mi madre, me senté un momento a escribir..... tenía que entregarle algo a mí editor o me daría él también la cháchara, con la de mi madre ya había tenido suficiente.
Me senté a escribir y pensé en las relaciones de parejas. A mí edad, no había tenido ni una sola relación seria, ¿será que me quedaré sola toda la vida?.
Hasta ahora nunca me lo había planteado, no me había puesto a pensar en casarme, tener hijos... en formar una familia. Mis padres serían los más felices del mundo y mis hermanos ni se diga, si al final yo me decidiera a tomar ese paso.
Sin darme cuenta, el tiempo había pasado volando y tenía que acudir a la cita con mí madre y mi mejor amiga. Dejé mi laptop a un lado y fui a vestirme lo más rápido que pudiera.
En el momento justo que estaba de salida me llega un whatsapp lo miro y para mi sorpresa era de Alain, ¿cómo sabía mi número? que yo recuerde no se lo había dado. Bueno ya pensaré más adelante en eso, me sentré en el mensaje que decía: Gracias por ese momento exquisito de pasión, espero podamos quedar ...... más tarde belle femme......
Me quedé inmóvil, no es que no recibiera mensajes así, de agradecimientos por llamarlo de alguna manera. Decidí contestar: "Me encantría...... Sin decir más nada en el menaje lo envié. Me dirijí a casa de mi madre, para acompañar a comprar en tan ansiado vestido de novia de mi mejor amiga Gabrielle.
Entramos en una exclusiva tienda de vestidos de novia, VERA WANG AT BROWN'S en la céntrica calle Brook Street nº59. Como no, de la famosa diseñadora de moda Vera Wang elegida por mí madre, pero había que reconocer que tenía muy buen gusto. Apenas entramos, nos recibieron con champagne. Comenzó el desfile de mi amiga probándose vestidos uno más lindo que otro.
La madre de Gabrielle había fallecido siendo ella, apenas una niña. Su padre se encargó de criarla ambos tenía una especial relación de padre -hija, por eso no me extrañó verlo llegar y entrar en la tienda y al ver a "su pequeña" que salía con su primer vestido, no pudo evitar que se le cayera unas cuantas lágrimas. Pierre Lagarde se dedicaba a la restauración era un empresario de éxito.
-Vous regardez belle ma fille.( Te ves hermosa hija mía). Le dijo Pierre a su hermosa hija vestida de novia.
-Merci papá. Pensé que ya no venías.
-Jamás podría faltar, a unos de los momentos más importantes de mi pequeña.
-Bueno... bueno ya basta de llorar. - Dijo mi madre secándose con disimulo sus lágrimas.
- Ese está hermoso Gabrielle, pero no es el indicado, ¿o me equivoco? .- Le dije con una seña y una mueca . Ella sonrió y dijo.
- Sí, es verdad es precioso, pero no es este.
- Entonces, vamos por el siguiente.- dijo mi madre muy ilusionada. Al mirarla ahí tan feliz, me hizo pensar en las veces que ella se imaginaba que yo estuviera con ella eligiendo mi vestido de novia.
Ella daría lo que fuera porque en lugar de Gabrielle sea yo la que se estuviera probando los dichosos vestidos de novia. No me lo tomen a mal, ella adoraba a Gabrielle, solo que deseaba con todo su corazón que su única hija mujer se casara.
Vi salir a mí amiga con su cuarto vestido, era sencillamente perfecto. Gabrielle se veía resplandeciente. El vestido de corte palabra de honor, ajustado al cuerpo, de cola larga, y como dos únicos detalles, la especie de cinturón que tenía en la cintura totalmente cubierto de critales de swaroski. Y en la amplia cola pequeñas flores bordados a mano con hilos de plata y cristales de swaroski.
Después de la prueba de vestido, nos dirigimos hacia nuestra cita con un famoso Chef londinense, como no, amigo íntimo de mi adorada madre.
Degustamos verdaderas delicatessen, hasta que al final nos decidimos. Una vez resuelto el tema del vestido de novia, y del menú del catering, me dirigí a mi sagrado santuario osea "mi casa", tenía que escribir, desahogarme por así decirlo.
Esta tarde, mientras compartía esos momento con mi madre y Gabrielle, me había llegado al corazón, ciertos momentos en que mi madre contemplaba complacida a Gabrielle y se imaginaba que era yo. ¿En que había convertido mi vida?, ¿por qué había llegado a este punto en mí vida, en que me sentía vacía sola?.
¿Habré cometido un error? ¿qué fue lo que realmente me llevó a pensar y actuar como lo venía haciendo, con el sexo opuesto?.
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Llevaba, mucho tiempo sin actualizar esta historia, la tenía un poco olvidada, pero aquí les dejo un nuevo capítulo espero que lo disfruteís y si les gusta ya sabeís estrellita... :) besossss mil.
JC.
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Entre dos amores.
RomanceSahory Molinary, tiene 29 años, muy atractiva vamos una belleza oriental. Tiene una carrera como escritora prometedora, con mucho carácter, muy segura de sí misma, siempre sabe lo que quiere.Dónde, cómo cuándo y con quién, no le van las ataduras...