Hoy era un día especial, 10 de abril, el cumpleaños de mamá.
Papá y yo pasamos la mañana pensando en la forma de sorprenderla y disfrutar de uno de los cumpleaños más especiales.
La floristería más cercana se ubicaba a tan sólo 15 km de Mérylton Garden. Tomé un autobús en la Avenida Klinstong y me dirigí hasta allí.
Lirios blancos, una de las flores preferidas de mamá. Con esta referencia me decidí a comprar un bonito ramo con una dedicatoria preciosa donde reflejara el gran cariño que sentíamos por ella y lo importante que era en nuestra vida.
Tras unos minutos paseando por los jardines del local, pensé: "Es como un gran jardín botánico, será mejor pedir ayuda al encargado".
Mientras me giraba escuché una voz decir:
-¿Puedo ayudarte, que andas buscando?
Me dí la vuelta y una chica con una gran sonrisa estaba inclinada, oliendo un fornido ramo de tulipanes.
- ¡Lirios blancos! -dije- Llevo un rato buscando y habría sido mejor pedir ayuda y preguntar antes.
-En el pasillo donde están los girasoles, junto a la fuente de cupido, contestó.
Dí las gracias y me dirigí hasta la pequeña fuente. -"Agotados".
¡Qué mala suerte!, me dije...
Nuevamente la chica se dirigió a mi:
- ¿Mala suerte? eso es algo muy relativo el problema es la ausencia de fe. Me llamo Lissy.
- Ian Brugart, contesté.
- En el jardín de casa plantamos lirios blancos y se mantienen frescos como la brisa de la costa, dijo.
Ciertamente no era un golpe de mala suerte, sino todo lo contrario...
-¿Conoces Roland Prise? Nos vemos a las 12:30, si te parece bien, mientras acabo unas tareas que me llevaran un par de horas. Asi podrás coger todos los que necesites.
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Sueña conmigo
RomanceHistoria basada en la fuerza del amor verdadero. Intrigas y secretos que te llevarán a un mundo magico.