Jugando con la serpiente [Dramione]

Capítulo 3

Capítulo 3

No suelo ser vengativa, pero creo que Malfoy lo merece. Lleva años humillándome y haciendo lo que le viene en gana, no creo que sea tan malo hacer una pequeña venganza. En realidad estoy ansiosa. Malfoy está sentado junto a su novia y el odioso de Zabinni. Desde mi mesa, puedo ver perfectamente. Saqué mi varita del bolsillo y apunté cuidadosamente a su vaso de agua, o eso parecía. Susurré el hechizo de levitación, él ni se dio cuenta. Hasta que el líquido se derramo sobre su tarea. Entonces se levantó furioso y volteó para todos lados, yo lo ignoré esperando que no me mirara a mí, pero fue en vano. Supo que había sido yo.

Me miró horrible, pareciera que fuese a matarme, me dio miedo y preferí salir del Gran Comedor. Tal vez en la biblioteca no podría hacerme nada. Caminé hasta la gran puerta sujetando fuertemente mi mochila a mi hombro, evitando en todo momento mirarlo. Una vez afuera miré hacia atrás y corrí, creo que pase. No sé de qué pueda ser capaz. Apresuré el paso.

Sentí la pared fría de piedra chocar contra mi espalda y unos brazos sujetándome tan fuerte que lastimaban.

-¿Cuál es tu problema? –Me dijo entre dientes, presionando su mandíbula y en sus ojos podía ver que estaba realmente molesto.

-Malfoy, suélteme –Dije firmemente.

-No –Escupió –Dime ¿Por qué lo hiciste? –Insistió.

-Por qué te lo mereces, ya es hora de que alguien sea superior a ti –Apretó más fuerte sus manos, lastimándome. Chillé un poco pero recordé con quien estaba y que debía verme débil ante él.

-¿Crees que ere superior a mí, Granger? –Se rió como si acabara de decir el chiste más gracioso de toda su vida. –Eso es imposible, una sangre sucia como tú, jamás tendrá siquiera la oportunidad de igualar a alguien como yo –Dijo con una arrogancia tan fría que me helo la piel, pero mantuve la postura –Solo te diré algo… No te metas conmigo.

-¿Y que si lo hago? –Lo reté.

-Entonces, hazte responsable de las consecuencias.

 

Draco’s POV

La solté porque mi mano estaba empezando a arderme, seguro sería de su suciedad o la herida que me hizo la maldita madera. Caminé dejando a ese parasito sola en medio del pasillo vacío. Tengo que llegara la clase de pociones antes que los demás y explicarme a Snape lo que paso, pero si lo hago él la castigará y quiero vengarme por mi cuenta, quiero que sepa que fui yo quien me vengue y no un maestro. Entré al aula de pociones y Snape estaba en su escritorio, leyendo un libro, con la poca luz que emitían las ventanas, esta aula me parecía muy reconfortarle, si no fuera porque es la aula de Snape, quizá sería mi favorita.

-Malfoy –Dijo y el eco sonó escalofriante en las paredes. Ni siquiera había despegado la vista de su libro, eso daba miedo -¿Qué quieres? -Esta vez bajó su libro y en un golpe seco lo deposito en el escritorio. Me miró intimidante, como si pudiera asustarme.

-No podré entregar la tarea que nos pidió –Dije calmado y relajado.

-Espero que tengas una gran escusa.

-No la tengo –Abrí los ojos y encogí los hombros.

-Siendo así, la próxima clase traerás el doble.

-De acuerdo –Dije y salí de ahí. No me molesta, me gusta pociones y es una gran distracción cuando estoy aburrido por las tardes, y si no quiero hacerlo, puedo obligar a cualquier niño de primero a que lo haga. Me obedecen como mulas.

(***)

Necesitaré algunos libros que ya había regresado a la librería para hacer la tarea extra. Estoy seguro que si hubiera sido un Gryffindor el que no hubiera llevado la tarea, Sanpe se habría encargado de ese ya estuviera en un tren directo a su casa.