Ella desafiaba cada maldita ley de la naturaleza, con solo sonreír, ¿Sabes?, es tal cual el universo, no tiene limites, es tan oscura y brillante a la vez, da vida pero a la vez intoxica. Que tan jodida esta mi cabeza de ella, que se volvió mi droga, mi oxigeno, ese que desde el primer momento que entra en tu organismo ya te esta matando pero te mantiene ahí, dependiente de él, pero sin que lo notes.
ESTÁS LEYENDO
Si algún día me lees
Short StoryEl trascurso de la vida con y sin ella, una historia que nunca concluyo.