Recuerdo cuando entre al tercer grado de la escuela, fue el día donde conocí a mi mejor amiga Eukaris Páez, recuerdo cuando la conocí, todo empezó cuando le pedí un color prestado, desde ese día se convirtió en alguien importante para mí vida, sabía que seríamos las mejores amigas del mundo.
En esos tiempos soñaba en ser Veterinaria, o quizás abogada, decía que si no podría ser algunas de esas dos opciones podría convertirme en doctora, cantante o actriz. Era una niña todavía, no sabía en si que quería, aquellos días eran los mejores tiempo. Podía compartir con mis primos, jugábamos casi todos los días después de la escuela, era perfecto, extraño aquellos tiempos donde los días eran los más largos y las noches cortas, cuando salía el primer rayo del Sol ya deseaba que llegará la tarde ansiosamente para ir con mis primos a jugar. Era estupendo. Recuerdo muy bien cuando nos caímos de un árbol , pues había un columpio que habíamos hecho con madera y un mecate que colgamos en el árbol, la primera en caerse fui yo y mi prima casi se moría de la risa, después se montó ella e igualmente se cayó, yo no pude contener mi risa y me lancé al suelo sin poder hablar de tanta risa, lo recuerdo como si fuese sido ayer que sucedió eso, compartir con mi prima era lo mejor, la consideraba una hermana para mi; se llamaba Esther Alvarez, era más alta que yo y flaca, con la piel tostada y los ojos café.
Extraño cuando comprábamos montañas de dulces y jugos en la bodega, colocábamos un mantel en el césped del jardín de mi abuela, y nos sentábamos a comer todos esos dulces hasta no poder más y dormirnos, era lo mejor.
Al tiempo cuando íbamos creciendo, nos fuimos distanciando, no jugábamos como antes, nos veíamos tres veces a la semana, y aveces en Navidad o en algún cumpleaños de algún familiar, recuerdo perfectamente que éramos una gran familia todos felices.
El nombre de mi padre es José, José Barrezueta y el de mi madre es Neomary Rengifo.Me encantaba el paisaje que se veía desde la casa de mi abuela, aquellas montañas tan altas que se perdían entre las nubes y todos los años en el mes de mayo se vestian las montañas con araguaneyes, unos de los símbolos naturales de mi país Venezuela. Era todo tan hermoso.
Crecer es como destrozarse por dentro, no sabes que hacer, en que pensar, es horrible, decepcionante, irritante, desagradable pero a la vez es ilusionarse.
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DESCUBRIENDO LA REALIDAD
Teen FictionA todas aquellas chicas, que han pasado por una situación como ésta. Quiero compartir esta historia, ya que esto me sucedió a mí, y me ayudó a descubrir que no importa lo que digan los demás sólo debes luchar