-¡Vamos hija... solo falta un poco más!
Alex, alias mi padre, me alentaba a seguir con la maldita rutina de 2 horas que me tiene hecha mierda. Consistía en pelear con el gorila y derribarlo, cosa que a estas alturas ya no es tan difícil como hace unos años atrás. Gancho izquierdo, derecho, golpe al tórax la cual es muy buena jugada si peleas con alguien mucho mayor a ti, y para finalizar, un codazo en la sien.
-Perfecto hermosa. Cada día más Perfecto.
-Bueno, sabes me gusta ser la mejor.
Raúl se acercaba hacia ellos con el rostro totalmente serio. Era guapo, alto y joven, pero tenía una mirada frívola y misteriosa que le daba un toque más de sensualidad al chico.
-¿Que pasa Raúl?- mi padre siempre se exasperaba cuando veía que unos de sus hombres venia con cara de problemas. Algo con lo que yo tenía que lidiar y era algo totalmente agotador.
-Encontramos a un muchacho herido de bala fuera de la mansión señor. ¿Qué hacemos con él?
Enderezando mi espalda me dirijo hacia él, mostrando total autoridad.- ¿Qué es lo que estas esperando para traerlo?
Con un asentimiento de cabeza, Raúl salió del gimnasio de la casa.
Tenía el mismo poder autoritario que mi padre. Alex heredo los South Side cuando su padre murió, y lo heredaría si algo le pasa a Alex. Llevaba 11 años de mi vida metida en esta mierda, como cualquier integrante de la banda al cumplir los 12 años sin excepción. La palabra "Piedad" no existía en el vocabulario de los South Side.
Luego de entrenar fui a mi habitación a darme una ducha, sudaba como un cerdo y tenía que ir a la universidad para no levantar sospecha alguna.
Entre a la ducha apoyando la cabeza sobre la pared, dejando que el agua se llevara mis pensamientos y relajando mi cuerpo. Al salir desganada, seque mi cuerpo y lo envolví en una toalla para dirigirme al armario, tomando los típicos jeans negros con una polera blanca dejando mi ombligo al descubierto, y la infaltable chaqueta y botas negras de cuero. Me dirigí de nuevo al baño para cepillarme el cabello y aplicarme mascara de pestañas.
Pase a la cocina a recoger una manzana cuando Dereck, otro chico de la banda, se acercaba coquetamente. El chico era guapo y lo sabía, aprovechaba cualquier oportunidad para insinuar coquetería.
-Smith, el chico quiere hablar con el jefe y como Alex no está vine por ti.
-¿Donde fue mi padre y donde está el chico?- pregunte tomando un cuchillo y cortando un trozo de la manzana. Dereck levanto una ceja divertido.
-Con Paul Bisela en Pam's, y bueno el chico esta en el estudio de tu padre.
-¿Que hace mi padre con Bislack?- pregunte fastidiada, Bislack siempre trama algo que beneficia solo a él, como una bomba que cuando estalla derriba a todos en su paso.
-Están hablando de negocios.- me dispuse a caminar y este me siguió.
-¿Qué tipo de negocios?
-Al parecer Bislack está en problemas y quiere que lo ayudemos, de nuevo.
Me quede en silencio hasta que llegamos al estudio. Ahí estaba Raúl y Damián vigilando al chico y Dereck se quedo cuidando mi espalda.
-¿Me buscabas?
-Buscaba al jefe no a su amante.
-Escucha bien idiota, aquí YO soy el jefe, así que si quieres salir con vida me dirás que haces aquí.
-Bien, quiero unirme a los South Side.
Inspeccione al chico. Era caliente, jodidamente caliente, unos ojos avellanas, cabello dorado, labios deseables y se veía con buen, que buen, exquisitamente buen cuerpo. Mordí mi manzana sin dejar de mirarlo.
-¿Me responderás o seguirás comiéndome con la mirada gatita?- todos rieron por lo bajo.
-Tienes agallas chico. Pero si sigues así de insolente me veré tentada a dejar muerto ese bonito cuerpo que tienes.- el chico sonrió arrogante, pero no dijo ni una palabra más.- ¿Cómo te llamas y cuan estas relacionado con esto?
-Justin, Justin Bieber. Digamos que mis familiares y amigos están muertos por el North Sido.
-¿El North Side?- me acerque a el prestándole mas atención.- ¿Qué tenia el North Side con tu familia?
-Cariño, soy el único superviviente de los Ghouls.
Levante la mirada asombrada. Los Ghouls son una banda del oeste de NY, derrivadas por los North Side hace aproximadamente 3 meses.
-¿Y porque unirte a una banda si puedes crear una? Digo, supongo que tienes colegas ¿no?
-Todos mis conocidos que no intentan matarme murieron en esa explosión preciosa. ¿Crees que vendría aquí si pudiera armar una banda?- pregunto irónico. El chico estaba dolido e irritado.- Me gusta mi trabajo y soy el mejor en esto. Nunca en la vida han sospechado de mí.
-¿Qué edad tienes? Supongo que querrás pasar desapercibido.
-21.
-Bien. Entraras a la universidad conmigo- me dirigí a Raúl.- Traten sus heridas. Harán lo que tenga que hacer para que quede en el mismo año que yo. ¿Entendido?
Todos asintieron y dándole un último mordisco a mi manzana salí del estudio.
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Persiguiendo el Peligro ~*~* JB (EDITANDO)
Ficción GeneralEllos son dinamita, despiadados, sin piedad. Ellos son lo que ellos necesitan.