—Me quiero.... —y de repente callo, recordando que tengo a mi mamá a un lado, a mi abuela diagonal, a mi hermana cerca y a mi tía frente a mí. Las palabras quedan suspendidas al aire dando la libertar de ser interpretadas de muchas formas.
—¿Te quieres qué, Ari? —me pregunta ella.
—Nada mami, no quiero nada —respondo de manera automática sincronizando una sonrisa al momento de terminar la frase.
¿Y es que en que momento puedes decir así como si nada: "Me quiero morir..."?
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Depressive notebook
Ngẫu nhiênLas palabras que no pueden ser dichas se quedan atascadas muy dentro... Y para no ahogarnos con ellas debemos dejarlas salir... A veces salen en lágrimas, a veces en suspiros, otras se reflejan en lo profundo de una mirada y algunas en la piel de...