Teen Wolf Preferences

5.First Date (1/2)

SCOTT MCCALL

Caminaba por los pasillos del Instituto tranquilamente hasta llegar a mi taquilla, la abrí y dentro había una rosa con una tarjeta color azul cielo.

Cogí la rosa con cuidado de no pincharme con las espinas, sonreí era un detalle precioso, miré la tarjeta y la leí detenidamente.

«Has hecho desde tu llegada, que mis ideas se vuelvan locas y me pregunto si quieres salir conmigo al cine o a cenar»

— ¿Y que me dices de esa cita? -sonreíste hacia un tiempo que Scott te hacía sentirte protegida y querida-.

—Eso será genial, Scott -lo abrazaste, te había encantado ese detalle por parte suya-.

—Genial, pasare por ti a las 6, ponte todavía más bonita de lo que ya eres -beso mi mejilla y se fue corriendo feliz-.

***

A las 5 cuando salí de la ducha me puse a mirar mi armario, descartaba lo que no me iba a poner, al final encontré el atuendo perfecto para la ocasión, una camiseta a rayas con unos vaqueros azules y mis superstar.

Deje mi pelo liso caer con sus ondas naturales y me puse rímel y brillo de labios.

A las seis, el timbre sonó baje las escaleras saltándome los últimos 2 escalones y abrí la puerta y me encontré a Scott muy guapo con unos vaqueros y una bonita sudadera, simplemente guapísimo.

—Wow estas preciosa -sonrió dejando ver sus dientes blancos-.

—Tú no te quedas atrás estas muy guapo, ¿Nos vamos? -cogí el bolso del perchero, junto con las llaves y mi cartera y lo metí todo dentro.

—Vamos -salimos al porche de casa y fuimos a su coche, abrió mi puerta y me dejo entrar, cerrando después y entrando el a la puerta del piloto.

Llegamos al cine y me dejo elegir película, vimos "Soy el numero cuatro", después fuimos a cenar pizza, hacia las 10 al volver íbamos riendo y cantando alguna canción que surgía por la radio.

Al llegar a la puerta de mi casa, me pare frente a la puerta, gire a mirar a Scott.

—Me lo he pasado genial, ha sido una muy divertida cita -sonreí, me lo había pasado genial y Scott había sido muy caballeroso y divertido conmigo-.

—Quizás lo podríamos repetir otro día -se acerco un poquito a mí-.

—Eso seria genial, Scott -nos acercábamos lentamente, las respiraciones se mezclaban lentamente, y nuestros labios se juntaron en un tierno beso, puso su mano en mi mejilla.

Al separarnos junto nuestras frentes sonreí, había sido un beso lento y tierno, en otras palabras perfecto, volvió a juntar sus labios en beso mas lento y profundo donde enrede mis brazos en su cuello y el en mi cintura.

—Me gustas mucho, _____ desde que me choque contigo en el pasillo del Instituto pensé «es preciosa», y cuando empezamos a hablar, cada vez que ríes es algo tan bonito y me da un vuelco el corazón, pero me veía incapaz de pedirte una cita porque me pondría muy nervioso así que por eso decidí decírtelo con una rosa y una tarjeta -seguíamos abrazados, roce mi nariz con su cuello-.

—Ha sido la mejor forma de pedírmelo, tú también me gustas mucho, Scott, desde que te conozco me siento protegida y es una sensación que me encanta y tú la haces posible.

Nos despedimos con un beso corto, al entrar en casa, mama estaba en la cocina cortando fruta, al entrar me miró pícara.

—Como te ha ido aunque por la falta de brillo en los labios diría que te ha besado -canturreó la última frase y reímos, mi madre era como mi mejor amiga-.