•|| V E I N T I O C H O ||•

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Era un domingo por la mañana cuando me dirigiste unas palabras.

          — Ora con más fuerza... Quizá Dios te escuche.

No te respondí, no tenía fuerza para hacerlo.

Con los ojos cerrados y las rodillas enrojecidas seguí clamando en voz baja, por que confiaba en él plenamente.

La Esposa™|✔ #2NAADonde viven las historias. Descúbrelo ahora