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Estoy dentro de un baño oscuro, descuidado e inmundo como mi vida.

Ya no tiene propósito seguir con esto, sé que la única manera de detener lo que está pasando es enfrentándolo. Pero no puedo.

Miré al espejo del botiquín, mi cara ganó arrugas y ojeras a tan corta edad, y sigo pensando, ¿Por qué a mi?

Abro la puerta del botiquín, y veo por unos minutos las pastillas de Bupropión y Clonazepam mientras que mis manos están apoyadas en el lavabo.

Pero, nadie puede decir nada cuando encuentren mi cuerpo sin vida, en realidad, yo tengo el derecho de morir como quiera. No es que esté esquivando esto, solo que he peleado todo este tiempo.

Yo creí que mis errores podrían ser perdonados, no pregunten porque dejo esta vida.

Miro a un costado, pienso -debería dejar una nota-. Busco un papel y un bolígrafo, están al lado de las carpetas con información confidencial arriba de una mesa de metal para dos personas. Me siento en la silla y comienzo.

"No existe la salvación me dijeron, ya lo entendí"

Al ver todas esas carpetas repletas de información valiosa, no debería darles el gusto de dejarles todo servido, haré la última acción en mi vida.

Tomo una cacerola y prendo fuego dentro de ella, coloco todas las carpetas allí y espero que se hagan cenizas. Al cabo de eso, lavo y me deshago de todo lo que deje prueba alguna.

Me dirijo al baño otra vez.

Esta vez agarro veinte pastillas de Bupropión y los trago, después otros veinte de Clonazepam.

Me voy a la sala de estar, me siento en el sofá y dejo que todo fluya hasta que el momento llegue.

Pero...

¿Para qué voy a morir?

No habrá pasado más de dos minutos y ya estoy pensando si realmente vale la pena o no, esto está desgarrando mi orgullo, ya sé que llegará un momento en que todo se queme.

¿Y todavía se preguntan quienes me trajeron hasta aquí?

Ahora mismo yo solo busco venganza, ellos solo quieren arruinarme, pero como lo dije antes... no dejaré que lo hagan.

Me levanto rápidamente del sofá, agarro mi teléfono y marco el número de emergencias.

-Hola, si, ¿emergencias? - lo dije apresuradamente.

-Sí, buenas noches, ¿En qué podemos ayudarlo?.

-Necesito una ambulancia, creo que ingerí pastillas que no debía, ¡vengan rápido!.

Les di mi dirección, me pregunta si estoy bien, tomé como cuarenta pastillas y para el colmo me pregunta si estoy bien. Cuelgo. Voy hacia la cocina y bebo todo el agua que pueda, debo vomitar estas pastillas o si no...

Mareado voy al baño, ese maldito baño que me condujo a tener que hacer esto.

No puedo creer que esté vomitando.

Llegó la ambulancia y mi cara dibuja una sonrisa de "no los conozco, pero se ganaron mi corazón". Nadie me conoce, nadie sabe quien soy, solo soy una falsificación.

Esta es una parte aburrida, ya saben, me llevan al hospital, el lavado gástrico, eso.

¿Será una especie de pecado para mí tomar lo que es mío, hasta el final? Esto cuando tú duermes tan tarde a la noche y en la luz, están preparados. No es para ayudarte, pero ayudan a su causa, debajo de un sistema. Ellos son unos pocos, pero poseen demasiado poder, pueden destruirte sin pensarlo dos veces, no les interesa tú vida, tus sentimientos, nada. Pero yo mando en esta organización, no podrán sacarme la vida, fui muy inocente al querer darles el gusto.

Sinceramente, todos mis problemas me usan como una cuerda, no es que quiera dejar de luchar, con más razón ahora no pero esto me tiene realmente cansado. La Triada, mafia china que, me atormenta. Una vez que entras, no sales.

Siendo un adolescente estúpido de diecisiete me obligaron a entrar por la muerte de mi padre, y por diez años me he dedicado al tráfico ilegal de personas, clínicas ilegales, prostitución, muerte por encargo, falsificación, ¿sigo con la lista?

¿Quieres saber cómo lo hacemos? Es bastante sencillo si lo piensas, captamos desde su país de origen a ciudadanos y trasladarlos a otros países, donde nuestra organización es más fuerte. Les mostramos el país donde van a vivir como un sueño americano, donde se harán ricos y vivirán mejor. No hay que olvidar que al llegar al país, la Triada les coloca allí donde haga falta. Con el tiempo y el dinero necesario pueden montar su propio negocio, generalmente eligen la prostitución por lo fácil de llevar, pero siempre tendrán de por vida un pacto de sangre con la Triada, que se amplía a extorsión.

Somos grupos de tres personas, podría decir que son mini-grupos, todos enlazados entre sí, que forman una cadena hasta llegar al líder supremo, en este caso, yo. Lo que nos hace realmente especiales es cómo estamos comunicados, de cada mini-grupo, sólo un integrante tiene contacto con las demás, como lo digo yo, células.

En esta organización, nadie sabe para quién trabaja. Las órdenes llegan y ya.

Ahora ya saben en qué me metí, pero un cargo de alto rango me impide salir.

三合會 (Tríada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora