¡Hoy paso algo increíble, tomatito! Iba caminando por el pasillo con un amigo y justo en ese momento choque contigo.
No te caíste como en las novelas,-porque hay que ser sinceros, hace meses que no piso un gimnasio- pero si retrocediste lo suficiente como para tropezarte por ti misma y caerte. Eres algo torpe, tomatito. Soltaste una maldición en un ingles completamente perfecto y miraste con tus bellos ojos todos los papeles que se encontraban regados en el suelo.
"Perfecto. Amazing. Me fascina. Esto esta fabuloso." murmuraste entre dientes y empezaste a recoger todos los papeles.
Me tomo un par de segundos para comprender la situación y disculparme ( con un español de pena, no me culpes; tu belleza me cegó por un momento) a lo que solo me dedicaste una mirada rápida. Vi como esquivaste mi mirada rápidamente y te tensabas ligeramente. Susurraste un ligero "No importa" y seguiste recogiendo los papeles. Vi tus mejillas, orejas y labios enrojecer del fastidio.
"Genial, ahora lo tengo que organizar todo de nuevo" murmuraste y te mordiste el labio mientras empezabas a organizarlo todo. Cuando termine de recogerlo todo me di cuenta de la cantidad de papeles que eran, así que me ofrecí a ayudarte.
"¿Y eso no te causaría algún tipo de problema?" preguntaste con una ceja levantada.
Cada segundo que te veo me gustas más. Pensé. Me limite a negar y a darte una sonrisa amable, a lo que tus mejillas se enrojecieron aun mas.
"Y, bueno, ¿hablas ingles?" pregunte haciendo uso de mi pobre español mientras cargaba la mayor parte de los documentos. Nos habíamos sentado en una mesa cercana y tu te encargabas de organizar todos los papeles de nuevo. Tu ceño se encontraba levemente fruncido y se te veía concentrada. Chasqueaste la lengua y me respondiste. "Eh, bueno; si. Supongo." dijiste rápidamente en ingles. "¿De donde eres? Presumo que eres estadounidense, si no me equivoco." dijiste rápidamente sin dejar de mirar y organizar documentos. Tu voz en ingles es como una melodía para mis oídos, me tienes completamente hipnotizado y no pretendo poner ningún tipo de resistencia hacia tus encantos.
"Soy de Brooklyn" dije sin parar de analizar tu cara. Tienes ligeras manchas en la piel y una que otra espinilla, nada fuera de lo común. Pestañas extremadamente largas y ojos marrones que con una mirada te roban el aliento. Tu mirada se dirigió hacia mi un momento y sonreíste. Me quieres matar. Pensé en ese momento al ver dos hoyuelos aparecer en tus apretables mejillas. No tienes los dientes mas derechos pero tampoco pareces una montaña rusa. Tu sonrisa es muy linda, tomatito.
"Aw, que tierno. Nunca he viajado por allá. Dime, ¿como es por allá?". El resto de la conversación fue tan ligera que ni sentí como el tiempo pasaba. Me iba a meter en un problema, pero una oportunidad así no se da siempre, tomatito.
Oh, dulce tomatito. En menos de treinta y cinco minutos has derretido mi pobre e ingenuo corazón.
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Oh, Dulce Tomatito
Teen Fiction"Oh, dulce tomatito. En menos de treinta y cinco minutos has derretido mi pobre e ingenuo corazon."