El milagro de una lagrima

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No se donde me encontraba en ese momento, nunca había estado en un lugar así. El lugar estaba fresco y con una corriente de viento seco que acariciaba mis mejillas al soplar. Supe que estaba perdido, sin embargo, busque la salida. Ese sitio estaba totalmente oscuro, era un pequeño pasillo largo y estrecho y no se alcanzaba ver nada de luz por todos lados todo era oscuridad.
Camine durante un buen periodo de tiempo pero todo seguía igual, parecía que esta estaba caminando en círculos, solo escuchaba una voz tierna de una dama, esa voz era muy parecida a la de aquella chica que mire por ultima ves. Intente seguir la voz pero me perdía, pues por mas que corriera o volteara para todos lados no veía nada.

-Hola!!, hay alguien hay, necesito por favor!- Grite lo mas fuerte que pude, casi como si mi alma se quisiera desprender de mi,todo era silencio y lo único se se alcanzaba a escuchar era esa hermosa voz que me llamaba.

-No me dejes, no me abandones aquí, no puedo vivir sin ti.- cada ves la escuchaba mas y mas cerca, la voz se escuchaba como si estuviera llorando la persona que me hablaba.

Cuando menos lo esperaba al logre ver que al final del pasillo se veía una pequeña luz radiante a la que por inercia corrí hacia ella, estaba totalmente seguro de que era una salida.
Cuando termine el recorrido y llegue a la luz desperté en una habitación. Me encontraba en una pequeña habitación recostado en una algo cómoda pero muy pequeña en el hospital de la ciudad y la voz que escuchaba era la de Sam, mi hermana menor la cual suplicaba de que no la abandonara, ella pensaba que moriría, con sus ojos cafés oscuros y repletos de lágrimas y su cabello negro como la noche el cual lo recogía un pequeño broche negro, me miro y secándose la cara me abraza.

Cuando desperté rápidamente se acercaron las enfermeras y un doctor.

- Se encuentra bien- me pregunto el doctor con su voz aguda y firme, y las enfermeras se susurraban entre si como si planearan hacer algo.

-Usted tubo un accidente hace algunos meses, lo trajeron aquí cuanto antes. Tuvimos que llevarlo a cirugía para retirarle pequeños fragmentos de lamina y otros materiales que tenia incrustados en el cuerpo.- me dijo el doctor con una tabla en su mano y mirándome fijamente a los ojos, -Cuando menos lo espere podrá salir de aquí.

Andaba algo mareado así que a una de las enfermeras de la habitación le pedí un vaso de agua y una pastilla.

La enfermera salio de la habitación dejándonos a Sam y a mi totalmente solos.

Ella no decía nada, por unos minutos hubo silencio, asta que ella en llanto rompió el hielo que había entre ella y yo. Tenia tanto tiempo que no la veía, desde que entre a ese negocio de matar por dinero descuide mucho a mi familia por temor a que algo les pasara, no fui al funeral de mi madre, debido a que en ese tiempo yo andaba en Estados Unidos buscando a una joven pareja de traficantes que le debían dinero a mi cliente. Mi hermana se quedo con mi padre a la edad de 12 años. Ya habían pasado 6 años desde que mama murió, ella a su edad de 18 años tubo muchos problemas a su temprana edad, gracias a mí no teníamos una vida normal.

-Que paso. Por que ibas a tan alta velocidad y a donde te intentaste llegar.- Con lágrimas en su rostro y su mano en la cama en la que estaba recostado se inclino para secarse las lágrimas.

-Contestaaaa!!!!- Me grito con un tono demasiado molesta y su rostro empapado en llanto.

Intentaba hablar pero mis palabras no salían de mi boca. No podía sentir mis labios, pues estaban totalmente dormidos.

Antes de que hablara llego el doctor y tocándose la frente con su mano derecha y la otra en un costado.

-Es normal que no puedas hablar, pasaste 5 meses en coma y durante ese tiempo no tuviste actividad con tus labios, por eso se te complica decir algunas palabras, pero no te preocupes en cuestión de unas horas volverás a hablar bien.

-Gracias doctor, pero cuando lo darán de alta.- Contesto Sam algo agitada.

-Solo es necesario hacerle ciertas pruebas y podrá salir. Espere un par de horas.- Dice el doctor demasiado tranquilo.

-Esta bien.- Respondió Sam ya con mas tranquilidad.

Me realizaron ciertas pruebas para poder dejarme salir. Al ver que mejore rápidamente, el doctor me dio de alta.

Salimos Sam y yo del hospital y nos dirigimos a su auto y emprendimos nuestro viaje a su casa donde me hospedaría mientras me mejoraba.

Todo estaba perfecto hasta que sonó mi teléfono. Conteste la llamada y sin dejarme decir nada un tipo contesto rápidamente.

-Así que mi intento de matarte fracaso. Eres fuerte. Tuviste suerte.

No alcance a decir nada cuando este colgó la llamada.

¿Quien demonios es?¿El fue el que causo el choque? Eran preguntas que rondaban en mi cabeza y me quitaban el sueño.

Tenia que saber quien era.

Lagrimas Color SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora