El Círculo de la Voluntad

El Conjurador de la Sabiduría

El amanecer empieza a alumbrar con sus colores cálidos la Ínsula Hechizada. Esta se encuentra en medio de un gran océano, y está rodeada por islas más pequeñas. Dentro de ella, hay varias zonas conocidas por sus riquezas y hermosura. Pero, él área habitable se encuentra en los Lares Índigos. ¡Qué belleza produce contemplarlo! Un campo horizontal repleto de flores color malva y morado que dan su nombre al valle. En medio de aquel espectáculo de la naturaleza, se erige un palacio de piedras coloridas, con una arquitectura creativa y original. Se puede observar estos rasgos en la forma majestuosa de la construcción, pues en el centro se encuentra una torre, y a su alrededor cuatro torreones están conectados al primero mediante puentes de cristal oscuro.

En la torre central, aparte de ser la más grande, se encuentra la biblioteca, él mirador astronómico y los aposentos del Señor del Círculo de la Voluntad: Burión, el Conjurador de Sabiduría. "Un anciano de poderosa magia", según aquellos que le habían visto usarla, pero su poder reside  en los libros de su gran biblioteca, en la cual, se pasa la mayor parte del tiempo. Mientras la luz del sol naciente entra por los ventanales de la biblioteca, Burión se encuentra sentado en uno de los cómodos sillones, leyendo un nuevo ejemplar titulado: "La grandeza del poder", de quinientas páginas justas, en las que narra todas las virtudes de la riqueza y el poder. Burión nada más terminar de leerlo lo arroja a la chimenea de su izquierda y se levanta con gesto cansado.

- Vaya desperdicio de mi tiempo. ¡La gente ya no sabe que escribir!- Protesta Burión mientras coloca sus manos a la espalda y da vueltas.

El anciano recibió el libro una semana atrás, y solo había una nota con el. Y la curiosidad que le produjo, lo animó a leerla. Pero en su interior solo encontró contenido sobre la traición, la maldad, que el autor reconocía como algo horrible, aunque necesario para tener poder e influenciar a otros.
Burión se acerca a una mesa con mapas, planos y libros amontonados y coge el papel que vino con aquellas espantosa novela.

Querido Conjurador de la Sabiduría:

Espero que disfrute de esta amena novela. Verá, creo que es necesario que comprenda estos valores para poder afrontar su futuro o el de sus seres queridos. Quizás encuentre el contenido algo excesivo y cruel, pero el fin justifica los medios  ¿no cree?. Se ha podido contemplar que a lo largo de la historia de nuestro mundo ha sido así. Yo veo valores como la riqueza y la poder como algo bueno y qué hace progresar nuestra sociedad, pero usted se empeña en evitarlos, y espero que con este libro reflexione y sea capaz de recapacitar sobre sus siguientes pasos.

Un saludo, su desconocido admirador.

Burión suelta la carta y un pensamiento le inunda en su cabeza. Aquella forma de expresarse , esa soberbia al escribir... El anciano está seguro de conocer a una persona que sea de tal forma, y además, ¿le había amenazado? "Verá, creo que es necesario que comprenda estos valores para poder afrontar su futuro o el de sus seres queridos ". Burión siente que va a afrontarse a una nueva amenaza. El anciano agarra una copa llena de un líquido dorado, y se lo bebe. Burión se extraña, él no había llenado ningún vaso con ningún líquido, pero ya es tarde, se le nubla la vista y pierde el equilibrio. Siente como algo pesado le golpea, y una espada se le clava en el pecho.

- ¡Draco Somnium!- Son las últimas palabras de Burión, el Conjurador de la Sabiduría.