Hunt You Down

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"Eres mi presa"

Aquellas palabras escritas lo hacían más que un simple papel arrugado, lo transformaban en algo más que una amenaza y obviamente era abrumador, ¿qué podría haberle hecho a su "cazador"?

Cada día luego de aquella inesperada y temible notita en su mesa de noche podía sentir cómo le perseguían, sin importar a dónde fuese o dónde estuviese, y lo peor era que si su persecutor se las había arreglado para entrar en su habitación a dejar aquel mensaje tenía acceso a cualquier lugar de su hogar, a cualquier hora o día, y eso era lo más atemorizante de la situación.

- Podría ser que te estén jugando alguna broma de mal gusto – sugirió Kuroko.

- o podría ser verdad – le miró fijamente el de ojos color rubí - ¿sabes? Estoy cansado, quizás lo mejor sería descansar un poco, últimamente me hacen bastante falta los 1 vs 1 contra el idiota – murmuró y con las manos en los bolsillos de su chaqueta se fue.

Sus ojos cada vez pesaban más, el sueño le estaba consumiendo y los pensamientos carcomían su cabeza. Bostezó y se removió en la cama, hacía mucho calor, tanto que estaba durmiendo casi desnudo y no podía conciliar el sueño.

Se giró y encendió la lamparilla que se encontraba sobre la mesita de noche donde había encontrado hace unas semanas el aviso del hostigador, pero captó un movimiento por el rabillo del ojo que le hizo perder la alta temperatura corporal, su piel estaba erizada, él estaba aquí y claramente no era algo bueno.

De un brusco movimiento se levantó y corrió hacia la puerta, pero al abrirla notó que había algo tras de ella que obstaculizaba su apertura, estaba perdido, debía hacer algo, sus piernas temblaban levemente y mordía su labio inferior mientras pensaba en cuál podía ser su siguiente paso a seguir, pero el miedo nublaba su creatividad y no podía imaginar algún tipo de ruta de escape, no podía lanzarse por la ventana porque justo allí estaba ubicada la figura, pero tampoco había algo como para asesinarlo ya que seguramente traía un arma consigo y le asesinaría antes de intentar algo.

El tipo encapuchado comenzó a acercarse al pelirrojo, a lo que este solo atinó a quedarse estático en su posición viendo cómo se aproximaba hasta quedar frente a frente.

No podía apreciar algún detalle de su rostro, estaba completamente cubierto, solo podía observar sus ojos color zafiro brillante que seguramente escaneaban su alma, o eso creía él.

No pudo percibir en qué momento la gigantesca mano del individuo llegó a su abdomen, solo pudo sentir el roce de sus pieles y el estremecimiento que ello le causó, podía asegurar de que si el sujeto no fuese un completo desconocido, no le amenazara ni le acechara, sentiría cierta atracción, aunque el no saberla identidad le daba un toque de locura sensual.

- ¿q-quién eres? – tartamudeó Kagami.

No se comportaba así muy seguido, pero la situación le estaba volviendo vulnerable completamente, sobre todo la presencia poderosa e imponente del encapuchado.

- eso no importa, por ahora... - murmuró y colocó ambas manos en la cintura del as de Seirin, para luego dar media vuelta junto con él y lanzarlo en la cama – veo que no pones mucha resistencia –

- y-yo... podrías matarme – se mordió el labio.

- nunca pensé que podría llegar a ponerte tan indefenso, eso es sexy – susurró en el oído de la presa y luego subió un poco su máscara, dejando solo sus labios al descubierto – te podría hacer de todo justo en este momento – volvió a susurrar con un tono aún más grave y besó la piel del cuello del atónito Kagami que solo pensaba en quién sería y por qué estaría haciendo aquello.

One Shoots - AoKaga - Donde viven las historias. Descúbrelo ahora