Aborten La Misión: Número 17 Aparece

188 7 2
                                    

En el capítulo anterior, Goku y el joven Trunks buscaban a Lapis, el hermano de una misteriosa mujer llamada Lazuli. Llegaron a un laboratorio. Sinembargo, no todo resultaba tan fácil, ya que de la nada, una enorme computadora se alzó contra ellos para derrotarlos, incluso a Vegeta que había llegado momentos antes, y Trunks al ver esto, perdió el control convirtiéndose en super saiyajin. El verdadero desafío comienza ahora.

-----------------------------------------------------

Trunks con toda su furia atacaba a aquella máquina. Su poder resplandecía dorado, alrededor de su ki. Estaba enfado porque derrotaron a su padre y tan fácilmente. Sus ojos se pusieron blancos, y sus músculos se agrandaron hasta más no poder.

Su mayor deseo en ese momento, aunque no sabia bien lo que estaba pasando, era destruir la gigantezca computadora , por eso lanzaba ataques muy poderosos con una energía casi incalculable.

Ante la mirada de sus acompañantes, parecía que iba a esterminarla, pero para su sorpresa, esta era demasiado fuerte. Empezó a evadir la mayoría de sus ataques, y con uno de sus tentáculos lo envolvió por completo, ni siquiera su cara podía verse. La espada que él guardaba, cayó al suelo, con su filo agrietado; hasta sus huesos estaban siendo destrozados, y gritaba de dolor. No pudo ver, ni sentir, cuando Goku elevó su ki al máximo.

—¡No me que daré de brazos cruzados! -Gritó Goku, volando hacia el monstruo.

—¡Goku! ¡No vayas! Es inútil... correrán la misma suerte que vegeta, ¡Espera! —Vociferaba Lázuli e iba a ir tras él, pero se percató de que detrás de ellos había una puerta... estaba entreabierta, y tras esta, pudo ver a su hermano— ¿Hermano?¿Lapis? ¡Lapis! —Corrió hacia ese lugar y al llegar, no pudo entrar de inmediato. Muy asombrada, vio a Lapis acostado en una camilla y a su lado dos hombres bastante parecidos—. ¿Dos? ¿Es el doctor Maki? El otro parece ser la misma persona ... ¿a caso es una broma? ¿Qué demonios...?

En ese instante aquellos personajes se retiraron. Iban hablando pero no se escuchaba bien lo que decían, era ilógico que no se percataran de lo que ocurría justo en sus narices o talvez no les importaba.

Unos segundos después, el joven se levantó y logró verla. Con una pequeña sonrisa dibujada en sus labios se le acercó, saliendo de aquella habitación. Lo primero que hizo fue apagar con un control la computadora que aun estaba derrumbando todo el lugar.

—Chatarra... aparato inútil ¡Tanto alboroto por culpa tuya! —exclamó mientras extendía la mano para apagarla; luego miró a Lázuli —¿Hermana, acaso eres tú? Vaya, por fin apareces, estábamos buscándote.

—¿Estában buscándome?

—Así es, pero parece que te estabas ocultando ¿Quiénes son estas personas?

—¿Ellos? No los conozcos... ¡y es mejor que se vayan de aquí, ahora!

—Ya veo, no los conoces. ¿Estarán averiados tus circuitos? Porque mis censores indican que se trata de Goku, el otro chico, ignoro quien sea. A ti te noto muy ordinaria, tal parece que el doctor Maki Gero aun no trabaja contigo.

—¿De qué estás hablando, Lapis? Entonces el doctor Maki... él...

—Número 17, ese soy ahora.Seguro escapó cuando se dio cuenta de que Goku estaba aquí, y me despertó para que hiciera el trabajo sucio; pero ya basta de hablar, tantas palabrerías me aburren. Entonces, aun eres humana. Hmmm... que interesante. Oigan amigos, ¿por qué no bajan a saludar? Será solo un momento. Prometo que no les dolerá —dijo mirando a arriba, hacia Goku y Trunks, que todavía miraban la máquina en el suelo. Comenzaron a descender y mientras tanto, Lázuli trataba de acercarse a él, para intentar detenerlo por si se le ocurría atacar.

Dragon Ball Z: El Corazón Del AndroideDonde viven las historias. Descúbrelo ahora