2. Lluvia.

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-Eh, ¿por qué lloras, pequeña?

-Tengo miedo de perderte. - sé que era Dylan, no sé como pudo venir aquí sólo sé que me gusta que este a mi lado. -Pero, ¿qué haces aquí y tú novia?

-Pequeña, no me perderás y estoy aquí por que mi mejor amiga me necesita. Y mi novia entiende muy bien que me necesitas y necesito estar contigo.

- Me encanta tu revoltura de frases.

- Lo sé, es por lo que me amas.

A veces sentía que Dylan sabía que yo estaba enamorada de él pero sólo lo ignoraba y otras veces es como si no supiera nada.

- Si - dije riendo.

- ¿Quieres ver películas? Será como una pijamada de las de antes ¿si?

Sonriendo sólo moví mi cabeza en forma de afirmación.

Así pasamos toda la noche juntos, riendo y jugando de cosas son sentido.

Al despertar me sentí aliviada, era uno de los días que no tenía pesadillas. Por inercia busque a Dylan pero él no estaba, me levanté y fui hasta mi baño hice mis necesidades y baje a la cocina.

Dylan y mi tía hablaban.

- Se que Ann ya es grande y todo eso, pero eso no implica que no sepa cuidarse, sé que ustedes son muy responsables y no que gustaría enterarme de que no estén usando protección.

Tragame tierra y escúpeme lejos de aqui.

- Señora Taylor, Ann y yo sólo somos amigos, además... yo... bueno ella no...

- ¡Tía! ¡Por favor! Además, eso jamás podria pasar. Dylan tiene novia.

- Upps

- Ajá, upps

Esto es tan incómodo, pero como siempre Dyl es el mejor en deshacerse de los momentos incómodos.

- Además, nunca podría amar a alguien que es como mi hermanita menor - dijo sonriendo, pero lo que de verdad él no sabía es que me estaba matando lentamente.

- Si, además. Su novia es demasiado linda y es muy amable, me cae muy bien. - sentía que la bilis me subía al hablar de la novia de Dyl, pero mentir a veces te saca de las peores cosas.

Dyl, me sonrió pero esa felicidad no llegó a sus ojos por unos segundos, era como si le doliera lo que había dicho pero tan rápido como lo vi, desapareció. Sólo siguió con una verdadera sonrisa.

El desayuno transcurrió tranquilo, pareciera como si no hubiera pasado nada de ese momento tan bochornoso con mi tía, hace un rato.

Terminamos de desayunar así que fui a alistarme para ir a la escuela, Dyl siempre traía ropa en su carro y como siempre estaba perfecto con su camisa ajustada y jeans de mezclilla iguales.

Yo sólo llevaba unos pantalones rasgados y un camisa negra nada del otro mundo, no me gustaba destacar.

Termine de vestirme y Dyl ya estaba esperándome en su carro, me despedí de mi tía y subí en el coche.

El transcurso a la escuela fue aburrido lo cual fue extraño ya que Dyl siempre tenía de que hablar conmigo, sólo que hoy tenía el ceño fruncido y era exasperante.

- Dyl, ¿estas bien?

Soltó un suspiro cansado - Si, Ann, estoy bien.

- Te conozco y sé que no estas bien. Si es por los que dijo mi tía, sabes que ella a veces no mide sus palabras ella... sólo... bueno... pensó mal...

- No es por eso Ann. Sólo olvídalo.

- Está bien, Dyl...

Llegamos y él sólo me abrió la puerta fue extraño ya que siempre me decía que me la pasará bien, y me deseaba bien día. Hoy sólo me dijo adiós y fue todo no se despidió de beso ni tampoco despeinó mi cabello.

Fui hasta mi casillero y sólo saque el libro de la materia que me tocaba.

Las clases eran siempre las más aburridas de todas, solo necesitas diez minutos para caer dormida, es tan aburrido.

Me extrañaba que Dyl no me hablará como antes, tal vez él piensa que ya estamos grandes y como ya tiene novia no debería de hablarme mucho por que se pueden mal interpretar las cosas, teniendo en cuenta que siempre estoy a su lado.

Estaba comiendo, en la misma mesa de siempre donde Dyl y yo la compartíamos desde el primer año. Pero ahora no las cosas cambian él se va a comer con su novia y los amigos de ella yo sólo puedo observarlos de lejos. Cuando nuestras miradas conectan no duran más de dos segundos y él es el que la aparta primero.

Sólo me estaba matando más por dentro.

Terminó la escuela y como era de esperarse por que él del clima en la radio lo dijo; llovió.

Sólo eran pocas gotas, pero suficiente para ser molestas.

Salí, y lo primero que vi e hizo que mi corazón se partiera más fue ver a Dyl y a su novia besando o más bien comiéndose el uno a otro.

Cassandra me vio y se separó de él.

- Eh, Ann, Dylan me llevará a casa, podemos llevarte también. - Dylan sólo se veía incómodo.

- Ann puede ir a casa sola.

Eso fue tan doloroso.

Sonreí lo más que pude. - Si, Cassandra, de todas formas mi casa esta cerca.

Me despedí y camine hacia la salida.
Estaba caminando despacio, pero sentía ya alguien me seguía, era extraño y tan de película que cuando yo volteaba no había nadie.

Me sentía observada también así que empecé a ir más rápido. La lluvia seguia un poco más fuerte que antes.

Termine en un callejón. La persona que me seguía también...

- Hermosa, no tienes escapatoria. Mi jefe estará muy contento de haberte encontrado.

Volteaba a los lados y sólo veía basura por todas partes y un olor desagradable a basura podrida y tierra mojada me inundaba el olfato.

Estaba muy asustada entre más se acercaba.

- No soy a la que buscan.

- Créeme, hermosa, si eres tú. - voltee por primera vez a la voz y era un hombre que me doblaba la estatura, tenía tez blanca y estaba calvo de no más de cuarenta años podía ver su dentadura que formaba una sonrisa muy espeluznante.

En menos de un parpadeo ya lo tenía en frente mío y estaba arrincondándome en la esquina del callejón. Sólo podía llorar era lo único que cruzaba por mi mente.

- Tócale un sólo cabello y tus manos serán arrancadas igual que tu cabeza.

Todo pasó tan rápido yo estaba demaciado asustada no pude ver nada era un jodido ataque de pánico lo que me estaba pásando y todo se volvió negro. No sin antes de sentir unos brazos fuerte que me sujetaban y me apretaban.

- Todo estará bien, princesa...

Con un corazón roto, Wisla.

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⏰ Última actualización: Dec 29, 2018 ⏰

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Enamorada de Mi Cupido ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora