Prologo

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Me llamo Liz Otomano tengo 16 años y hace un año que me escape de mi casa, ahora estoy viviendo en un bosque lejos de la ciudad. Ya se lo que muchos os preguntareis "¿porque alguien se querría escapar de su casa?" me escape debido a mi "cambio" por decirlo de una forma suave, hoy se cumple 1 año de mi transformación y 9 meses desde mi secuestro por parte de un tirano llamado Destructor, un maníaco que me encerró, y por si no fuera poco me estuvo entrenando hasta el borde de la muerte por una estúpida venganza, se suponía que iba a capturar era a un hombre llamado Hamato Yoshi; un antiguo rival que mato a su mujer y secuestro a su hija para después mutarla en una serpiente, aunque muchos dicen que fue el propio Destructor quien la muto, sinceramente me lo creo.

El día que logre escapar nunca lo olvidare, me había estudiado milímetro a milímetro cada rincón de ese asqueroso lugar, había localizado donde estaba cada cámara y cuales eran sus puntos ciegos, ese día ni Destructor ni sus secuaces de mas peligro estaban, me aproveche y huí, conseguí escapar exitosa mente, con sigilo tal y como Destructor me había enseñado, irónico ¿no? Ese día estaba nevando, toda Nueva York estaba cubierta de un manto blanco si no hubiese sido por unos cacharros enormes de metal y cerebros volando hubiese sido un paisaje hermoso.

Vi un cerebro gigante soltando una sustancia verde extraña volviendo todo de un cristal extraño, la misma sustancia que provoco todo lo malo que me había pasado hasta ahora, me quede paralizada mirando a esa cosa fea hasta que unos gritos me despertaron del "shock" en el que estaba, salí corriendo de allí lo mas rápido que pude, me refugie en una casa en construcción me agache para no me localizase, cerré los ojos, estaba atrapada, recordé todos esos horribles momentos que pase al lado de Destructor, estaba aterrada.

En esos momentos solo deseaba un milagro, estaba en cuclillas casi temblando, y al parecer el universo estaba de mi parte al menos una vez porque justamente acaba de aparcar abajo una furgoneta de ella salían... ¿¿¡¡tres tortugas humanoides!!?? Bueno he visto cosas peores, y una  pelirroja, se quedaron hablando poco rato hasta que al final entraron.

Cuando era el momento indicado baje de mi escondite y me transforme en mi otra forma; un leopardo blanco. Entre en la camioneta sin que nadie se diera cuenta, me escondí debajo de una manta, aparentando ser un animal disecado, intentaba calmar mi respiración para que no se dieran cuenta, la manta tenia varios agujeros y pude ver mas o menos quienes había, en el asiento del conductor estaba un adolescente de pelo negro aunque no lo pude ver bien, ya que no me iba a quedar mirándolo, gire con sigilo la cabeza, a mi derecha estaban esas tortugas de antes aunque había una de mas, estaba malherida y usaba un antifaz azul solo la observe durante unos segundos. Una de las demás tortugas se acerco a la herida, poseía un antifaz rojo y tenia cara de tristeza.

-Lo siento Leo tenias razón, si hubiéramos abandonado la ciudad cuando tu dijiste los kraang no hubieran encontrado la guarida y lanzado la invasión ...Nada de esto hubiese pasado-dijo la tortuga de antifaz rojo arropando a la herida. 

-Hay un sitio al norte del estado, la casa de mis abuelos, pasábamos el verano allí. Podemos quedarnos todo el tiempo que queramos no hay nadie en kilómetros-menciono la pelirroja bastante seria.

-Al norte del estado ¿eh? a Casey Jones le parece bien le parece bien- menciono el conductor de manera creída, no me gustaba.

-¿Encontraste a tus padres y tu hermana?- le pregunto la pelirroja al chico.

-Ni rastro, probablemente habrán sido kraangtizados- menciono de manera triste-

-"vale me da un poco de pena" -pensé

- ¿Que va a pasar ahora Raph?- comentó el del antifaz naranja, apoyándose en el hombro de la recién mencionada.

- Por primera vez en mi vida, no tengo ni idea hermanito- respondió el otro con un eje de tristeza.

Me pesaban demasiado los ojos, no había dormido durante dos días, lentamente cerré los y me dormí.

Abrí los ojos cuando sentí que la furgoneta había parado, decidí esperar hasta la noche para salir y después escaparme. Cuando llego la noche salí cautelosa mente de la furgoneta, lo primero que vi era una casa de madera bastante vieja y al lado de esta un granero y mucho, mucho campo, no parecía haber nadie así que decidí entrar en la casa a por un poco de comida y marcharme,grave error ya que en cuanto puse un pie o mas bine una pata, ya que estaba aun transformada una tortuga de antifaz naranja me vio, no miramos a los ojos congelados pensé que se iría corriendo y gritaría pero me persiguió por toda la sala intentando atraparme.

- ¡Ven aquí no te escapes solo te quiero abrazar!-decía persiguiéndome y gritando.

"Ni muerta me atrapas"- pensé saltando encima de una encimera, por desgracia me había atrapado y consiguió estrujarme entre sus brazos, casi estrangulan dome.

-Oooooh que suave- dijo restregando su cara en mi pelaje- ¿Ya se te quedaras conmigo!.

-"Ni hablar no soy ninguna mascota"- pensé removiendome entre sus brazos y bufandole, aunque no me hacia mucho caso.

-¡Mickey! No hagas tanto ruido es muy tarde-dijo la pelirroja mientras veía como bajaba por las escaleras- ¿Porque estas abrazando un leopardo?- menciono con miedo y echándose hacia atrás.

-¿Enserio es un leopardo? No lo sabia pero es muy suave, así que me lo voy a quedar, seguro que ha gatito helado le caerá bien- dijo con cara contenta y yo con cara de "te odio" aunque los demás solo viesen una cara normal de felino.

-Mickey es un leopardo, es peligroso- le respondió la pelirroja acercándose un poco pero aun con cara de miedo intentando.

-Que va, es muy mono- menciono restregando su cara contra la mía- ademas si fuese peligroso me habría arrancado la cara hace rato.

-"¡¿Por que no se me había ocurrido?!"- me reprendí a mi misma por no habérseme ocurrido antes.

-Supongo que tienes razón-dijo más confiada la pelirroja pero aun alerta- Bueno te lo puedes quedar pero lo tendrás que vigilar todo el tiempo y si ocurre algún accidente sera culpa tuya.

-Si, si como tu digas April- contesto el que me aprisionaba con tono distraído- Ya veras nos volveremos los mejores amigos- dijo sonriendo juntando nuestras narices.

Yo no estaba para nada contenta, acaba de salir libre y ahora ¿¡me capturaban otra vez?! aunque el no parecía tan mala persona o bueno tortuga, ¡pero aun así me trababa como un chico! Eso era inaceptable ese día en el que salí de las garras de Destructor nunca lo olvidare, porque ese mismo día descubrí a mis mejores amigos que me acompañaran durante toda mi vida y a mi destinado, aunque el aparecerá mas tarde...

Continuara...


Tmnt Dark MoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora