El Pincel

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Toda la vida me la he vivido del único talento que el mundo pudo brindarme, el baile no era opción había quedado paralítica de las piernas cuando cumplí los 11 años , mucho menos el canto mi voz era tan desafinada como una flauta mal hecha, mis manos eran lo único que me permitía expresarme de la manera que me gustaba pintando o dibujando, a diferencia de los demás era claro que nunca podra poner un "pie en la tierra" me parecía molesto que utilizaran ese termino conmigo, siempre me la pase pensando "Esta pintura se veria bien en la sala de mi casa" o tal vez cuando me faltaban pinturas pensaba "¿Existirán tulipanes color café?" , no asistía al colegio recibir clases privadas en casa, era aburrido , escuchar a una persona hablarte de química por 2 horas sin poder levantarse y huir lejos es lamentable.

-Señorita Ana está prestando atención- La mujer que estaba frente mío comenzó a regañarme por no prestar atención, en realidad prefería seguir mirando a la ventana.

-Si profesora, le estoy prestando toda mi atención- Dije en un cierto tono de burla mirándola de reojo.

-Bueno si eso es cierto, levántese y resu...- Solo pude ver como esa señora se tapaba la boca y se acercaba un poco a mi para empujar mi silla de ruedas hacia el pizarrón, sólo permanecí callada "Acaso no se da cuenta de la situación" pese por unos instantes.

Tras resolver el problema mire a la mujer y me aleje utilizando las ruedas manuales,permanecí seria hasta que la clase termino, la profesora se marchó y yo me quede sola en mi cuarto, me acerque como pude a la ventana casi enorme que estaba alado de mi cama, aun podía recordar los tiempos en los que jugaba con mis amigas cerca de esa ventana hasta que pasó...aquello,solté un fuerte suspiro

-Por qué aferrarme a recuerdos del pasado- mis ojos se cristalizaron un poco de esa forma me sentía totalmente inútil, no podía ir a las fiestas sin tener la mirada de compasión de todos, ridiculo.

El ruido de la puerta abriéndose, me sobresalte un poco y seque mis ojos que estaban apunto de soltar lágrimas , mire a la dirección de la puerta encontrándome con la mirada de mi tía Marisol, ella era una persona amable y cariñosa ...todo lo contrario a mis padres.

-Ana mi sobrina favorita - mi tía exclamó sonriente extendiendo sus brazos hacia mi, con un poco de dificultad voltee la silla en dirección a ella y extendí mis brazos para recibir su cálido abrazo,me apretujo un poco e hice una mueca de auxilio.

-Tia no puedo respirar- dije en tono divertido, no siempre alguien me visitaba, así que para mi cualquier visita era agradable -Que te trae por aquí tía Mari- dije con cariño.

-Vine a ver a tu madre y quise pasar a verte antes de irme a Corea por un tiempo- se separó de mi un poco y se cruzó de brazos, "no se que la hace ver más estricta su traje blanco o su peinado" di una risa pequeña debido a mi absurdo pensamiento , la tía era un tornado entero de donde podía mi mente pensar en ella como una dictadora.

-¿Te irás a corea?- pregunté algo desanimada - Me gustaría ir contigo

-Y a mi también me gustaría que pudieses venir, pero -El tono de voz se volvió un poco más triste -Tu madre me mataría si te llevo-

Baje un poco la mirada ,Claro era de esperarse que podíamos esperar de mi Madre o de mi Padre , Líos supongo yo.

-Pero te prometo que te traeré algo,¿vale?- Me miró con esa sonrisa melancólica de casi siempre

-...Escuche que en corea ahí un tipo de plumón de lienzo especial, me podría traer uno azul y otro morado - Dije tratando de ocultar mi "enojo" con una sonrisa mientras me acomodaba correctamente la liga azul de mi cabello.

-Por supuesto querida- La tía sonrió entusiasmada -Te traeré el juego completo de aquellos plumines si deseas-

Asentí con la cabeza y decidió reír aun sabiendo que no había motivo -Bueno nos vemos en unos meses o semanas supongo- me diriji a ella con un pequeño movimiento de manos burlón.

-Unas cuantas semanas cariño, haci que por el momento sigue esperando a tu molesta tía Marisol - Se comenzó a alejar poco a poco hasta que salió por la puerta muy entusiasmada.

Y termine nuevamente en la soledad ,como se me era de costumbre en esos momento siempre me daba por ponerme a pintar algo que viniera de mi corazón pero... no se ...

Despues de un buen rato llevando el pinsen de un lado al otro pude percatarme de algo extraño en esa "Majestuosa" pintura algo que me llevó a que mis ojos se cristalizaron nuevamente...

-Algo está mal- murmure -¿Porque ...?

Levante mi mirada que se encontraba atenta a los colores que use y mire el lienzo

mi mente planeo algo pero mi corazón plasmo algo distinto...

la imagen de una rosa marchita...

Plasmado en el papelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora