Capítulo 1

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En la casa de la familia Nadroir un incidente sucedió , las minas se desestabilizaron y explotaron , la sirvienta Dana se estremeció ante el estruendo de la caldera , la familia alienígena salió al patio trasero donde tenían una mina ilegal del misterioso mineral Omega , Dana siguió a su patrona al patio vestida con un pantalón estilo árabe y una blusa color blanco y descalza ,era de piel clara, su cabello castaño lo tenía despeinado y este hacia juego con el color de sus ojos, al llegar al patio lo único que pudieron ver fue un chico de cabello rizado y rubio con ojos de distinto color uno era verde y el otro café saliendo de la mina tosiendo secamente y lleno de hollín , el chico de nombre Omar vestía un overol de mezclilla y una camisa blanca manchada y agujerada con un hoyo en el brazo , el Señor Nadroir se acercó con paso firme hacia el chico y lo abofeteó.

-¿¡QUE CARAJO HA PASADO INMUNDO HUMANO?!- Omar miró al señor de forma penetrante pero sólo se quedó callado, el señor al ver que no respondía lo volvió a abofetear y ordenó que se fuera a lavar a la cocina, después miro a los demás y con voz firme hizo que regresaran a sus ocupaciones.

Dana obedeció las indicaciones del jefe, y con pasos regulares, se fue aproximando a la cocina donde estaba hace minutos preparando la comida, al entrar a dicho lugar pudo notar que el chico de hace unos momentos estaba enjuagándose sus manos; la chica humana, con algo de duda se acercó un poco al adverso.

-¡Hey! ¿Qué ha pasado allá abajo? Me refiero a las minas- Inquirió en voz baja.

Pero lo que no se esperaba era que aquel chico de su especie la ignorara por completo sin ni siquiera dirigirle una mirada.

-¡Oye! Donde quedaron tus modales, me gustaría enterarme de vez en cuando de lo que en verdad sucede en esta casa de locos y raros - mencionó con un toque de enojo.

-Tal vez no te has dado cuenta pero aquí a los únicos que consideran raros son a los de nuestra raza, o sea los humanos, y si tanto quieres saber sobre eso...-se quedó callado girando su cabeza a ambos lados, rápidamente tomó un pedazo de papel y con su dedo meñique (aún lleno de hollín) trazó letras y le entregó ese papel a Dana, saliendo rápidamente de la cocina, la terrícola vio lo que decía "Nos vemos en el árbol mayor del patio trasero a la puesta del segundo sol".

Cuando terminó de leer, observó a través de la ventana de la cocina y notó que el patrón estaba abofeteando a Omar de nuevo, y éste tenía los puños apretados, a leguas se notaba que estaba conteniendo su ira.

Pasaron las horas, Dana había terminado de hacer sus deberes, y cuando llegó la puesta del segundo sol, salió a hurtadillas de la casa, lo cual fue algo fácil ya que iba descalza todo el tiempo y no hacia ningún ruido

Trotó por el pasto y a lo lejos divisó una sombra recargada en el tronco del árbol que ella esperaba que fuera la de Omar, al aproximarse lo suficiente hasta él, se detuvo tratando de regresar a su respiración normal, el chico se separó del árbol con una expresión neutral, que no reflejaba ninguna emoción.

-Vaya, creí que nunca llegarías compañera-.

-No me tardé tanto- rodó sus ojos al tiempo que cruzaba sus brazos- bueno... ¿Ahora me contarás sobre lo que pasó?

Omar la miró a los ojos y ella pudo notar que los ojos de él eran de diferente color y de una intensidad profunda, tenía ojeras y una cortada debajo de un ojo que le daba un aspecto serio pero a la vez su cara parecía de un niño, Omar desvió la mirada hacia la casa y se sentó, Dana se sentó junto a él.
-Bien, pues sucedió una explosión en las calderas -.

- ¿Qué? ¿Por qué? ¿Estás bien? - dijo Dana un poco preocupada.

- Sí, pero no te preocupes la explosión la provoqué yo -.

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⏰ Última actualización: Apr 26, 2016 ⏰

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D-13 El inicio de una Rebelión.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora