Creo que estoy despierto porque siento la lengua áspera de mi gato sobre mi frente. No entiendo muy bien qué me sucedió. Pareciera como si alguien me hubiera borrado la memoria. Quiero saber dónde está ella.
Decido caminar hacia el baño y enjuagarme un poco la cara pero no sale agua del grifo. Empiezo a revisar todas las canillas y en ninguna sale si quiera una gota. Mientras busco en mi mente alguna explicación de lo que sucede recuerdo que Memé, mi gato, nunca tomó agua en esta casa. Al principio creí que era una cuestión de empatía con el lugar. Nunca pensé que ese detalle tan mínimo sería el causante de todo mi mal.
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Ella
Fantasy"Sin dudas, cuando me acerco a ella, todo mi ser tiembla de miedo y desesperación"