Me di cuenta que la adolescencia no estaba para pasar 3 horas al día produciendome, ni para brillar, ni tener un novio increíble, ni ser la más popular de la escuela. Estaba para ser yo, y ser libre, y que nada ni nadie me molestara.
Así que ese lunes me miré al espejo y lo decidí:
Estaba cansada de verme bien.
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Cansada De Verme Bien
Historia CortaY un día me desperté y lo decidí: era tiempo de dejar de verme bien.