Lazos Lejanos

monotono

Antes de comenzar, quiero aclarar un par de cosas, en primer lugar, todo lo se hablará sobre la Universidad en este fic es en base a mi experiencia personal como mechona, porque hay cientos de fics donde en el primer día, entran al tiro con materia, saltándose completamente la semana de inserción ( todo parentesco con la realidad es mera coincidencia, ok no...bueno, un poquito); segundo, las edades de los cabros aún no las decido, bueno aparte del protagonista,por consiguiente, se me van a ocurrir a medida que escriba, tercero, es un fic tirado fantasía por si no se han dado cuenta, eso nomas....
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Mis párpados pesaban de una forma descomunal, mientras observaba con cara de weon a toda la gente a mi al rededor, hacia mas frío que la chucha a estas horas de la mañana, a pesar de ser los primeros días de Marzo... a pesar de la situación, debería estar feliz, hasta incluso emocionado por el hecho de a mis veinte inviernos, entre a una buena universidad, pero la paja puede más y mi cuerpo anhelaba volver a la comodidad de mi cama, mis bostezos cobraban vida cada dos por tres, como si de bucle sin fin se tratase, aunque de cierta forma me pregunto ¿cuantos de estos conchesumadres estarán en la misma carrera que yo?, por el momento, no sé, ni me importa, aunque veía a muchos hablar entre sí como si fuesen amigos desde la media, pero creo que con cuea se conocen de hoy, por más raro de lo que suene, no siento mucha emoción de entrar a clases, no será como en el liceo oooh no...será peor, estres, estres everywhere~ con juegos de azar y mujerzuelas, esta bien, lo estoy exagerando mucho pero más que la lata de volver a la rutina de levantarse temprano y ver a un profesor con cara de "odio mi trabajo" no me motiva mucho...

Con el pasar de los minutos, más weonaje llegaba con las típicas preguntas de "Disculpa ¿De que carrera eres?" y esas cosas, hasta que unos tipos con poleras de la u comenzaron a llamar por carreras y listas para comenzar a separarnos, mish ni que fuésemos rebaños de animales pue ñoreh.

-Buenas chicos... Soy Isidora, les doy la bienvenida a esta nueva etapa llena de estudio y de sus vidas, esta semana es la jornada de inserción por lo que no habrán clases hasta la siguiente....- una vez dicho esto, algunos aplaudieron y otros, como yo, sólo nos limitamos a poner cara de " oh pero que interesante " - bueno, ahora los voy a llevar a recorrer la universidad para que la puedan conocer y que después no se pierdan-

No hay mucho que contar mas que durante toda la mañana los llevaron de aquí para allá, así como un tour, diciéndonos para que eran ciertos edificios, los departamentos y blablabla, hasta que llegamos a una sala donde por lo que vi, metieron a todo el curso y devuelta al inicio, ahí más sólo que calcetín guacho en un rincón escuchando como tanto weonaje junto hablada tanta wea junta valga la redundancia po.

-Muy buenas jovenes- de repente un viejo entra a la sala casi como top model, podría jurar que hasta vi los brillitos a su al rededor diciendo "soy bakan", se nota que, o era jefe de carrera, o tenía algún cargo importante en la u- me presento, soy José Miguel Carrera y sere su jefe de carrera -csm...estuve a punto de cagarme de la risa al escuchar su nombre, es que no podi llamarte así po ¿qué wea falta ahora?,¿que un weon se llame Bernardo O'Higgins, o una profe se llame Ines de Suarez, o Pedro de Valdivia? Es que weon, podi tener un nombre así por Jebus- si señores y señoritas, realmente me llamo así, pero no nos desviemos en otras cosas - de un bolso que traía sacó hartos libritos bien chiquititos, pero se notaba que tenían su buen número de hojas, de otro lado saco una hoja con lo que supongo yo, es la lista- bien, iré llamando por lista y les haré entrega del reglamento que se emplea en la universidad, el cual tienen por deber leer, primera tarea para la casa y cuando se los entregue también me deberán firmar este papel para que así se tenga una constancia de que se les hizo entrega del reglamento - tomó uno de los libritos alzándolo en el aire para que todos pudiésemos verlo con claridad.

Mientras iba llamando por lista a cada uno de los que nos encontrabamos en la sala, aprovechaba de cuartiar a las minitas que habían, aunque eran pocas igual le daba...está bien no, pero igual era agradable para la vista...hasta que no me giro y veo a un par de puestos más allá a un weon de dos metros veinte...ruliento y musculoso, "este weon es un semental!" pienso rápidamente, es que weon era hermoso, creo que me enamoré, la wea no-homo.

- Hola me llamó Nicolás- le hablé después de haber tomado mis cosas y sentarme a su lado, ojalá no piense que soy homosexual, es que solo quiero tener un amigo- ¿Como te llamas tu? - estaba más nervioso que la chucha, no soy muy de hablar con desconocidos, y como ya nos habían llamado a los dos, aproveché de acercarme si nisiquiera había puesto atención pa cachar su nombre, sólo savia que estaba antes que yo en la lista.

-Me llamo Eddiesick- "conchetumaaare, ¿de quien me enamoré? ¿de quien me enamoré?" pensé, es que weon, esa voz de pito, como si aún tuviese no sé, como trece o catorce años po - nah mentira, me llamó Edgar ¿De que liceo veni'?- me pregunto al tiro.

-¿Yo?, no vengo de ninguno de aca, soy de región- dije con algo de nerviosismo.
-¿En serio?- sólo hice un movimiento de cabeza asintiendo -¿y de donde veni'?-
- Del lado de la costa, a la chucha de aca-
-Shoooo, ¿ y te hizo venirte para la capital?-
-Temas familiares- creo que se está dando muchas confianzas este weon- ¿Y tu? ¿De que liceo vienes? En una de esas lo conozco por la tele-
-Mmmm, no se, quizás... vengo del liceo Salesiano de aca-

-Shoooo, quien no los conoce po- me rei un poco - si hasta tengo amigos en el Salesiano de donde vengo po- se rió un poco, hubiésemos continuando hablando pero el jefe se carrera siguió con todo el parloteo de bienvenida y todas esas weas, ya en la tarde cuando se término el primer día, si hasta el rector y el director hicieron una ceremonia de bienvenida po, así de vipens~, ahí recién me desocupaba con disposición de irme a mi casa, como me había separado del tal Edgar, estaba más sólo que la cresta.