Alas de Sueño (Park Shin Hye & Kim Hyun Joong)

Capitulo 7.-

Capítulo 7.-

Dos semanas después de que salí con Hyun, hablábamos todos los días, por horas, nos conocíamos un poco más, claro no sabía gran cosa pero pues me conformada con eso, me hacía muy feliz, era definitivamente mi mejor amigo, después de dos semanas de pláticas me invito a comer, iría Kyu Jong y Young Saeng, ya no sabía si creerles a esos dos, por alguna razón trate de verme bonita, recuerdo que me tarde años en escoger una blusa y unos jeans pero por fin encontré unos que me gustan, era hora de la verdad, jamas en mi vida me había maquillado, bueno si, pero no tanto como tenia ahora en mente, estaba muy concentrada, la base, la sombra, un delineador y labial, me sentí como Leonardo Da Vinci cuando pintaba a la Mona Lisa, literalmente y yo era ambos.

Después de una hora de arreglarme él me mandó un mensaje diciéndome que no iría ninguno de los dos, de Kyu y Young la verdad ya era de esperarse, aunque me sentí muy alegre dentro de mí, después de toma el transporte llegue a mi destino.

-Hyun, ¿Acabas de llegar?

-Hace un ratito, ¿Cómo estás?

-Bien, fastidiada ¿y tú?

-Igual, ¿A dónde quieres ir?

-Pues no sé qué tenías en mente Hyun.

-En realidad nada, ¿Quieres ir a comer?

-claro vamos.

Pues como buen amigo comenzamos a caminar, fuimos al paradero del autobús, platicábamos de como él ya había aprendido a manejar, que iba a clases y que estaba a punto de sacar su permiso, recuerdo que estábamos parados enfrente de la comida china, a lado de la farmacia, el llevaba una camisa gris, un pantalón de mezclilla y los zapatos que suele usar en la escuela, recuerdo que le acababan de cortar el cabello, alrededor del cuello llevaba sus audífonos color negros, su sonrisa que me agradaba, cuando el autobús me saco de mis pensamientos sonreí, al subir en todo el camino le contaba anécdotas sin sentido de mis ex amigos de la antigua preparatoria, el solo se reía de las tonterías que ellos y yo hacíamos, de cómo nos habíamos metido en un restaurant abandonado, y que era propiedad privada, que casi nos atrapa la policía por esa tontería, recuerdo que casi íbamos a llegar cuando cayó la lluvia, al principio él se preocupó, yo estaba más que feliz, la verdad que eso no me enojaba, sin embargo, no había tomado en cuenta que tenía maquillaje, al bajarnos corrimos a la primera tienda de la plaza que encontramos, recuerdo que ahí fue la segunda promesa que me hizo, vi una cartera color rosa y tenía en la parte de adelante un conejito blanco con chapitas en las mejillas, recuerdo que se la mostré y me había encantado.

-Shin, te prometo que algún día te la comprare.

Por alguna razón ya creía en todo lo que él me decía, la lluvia por fin había pasado, estaba ansiosa por salir, pensamos por unos minutos que comer, cuando decidimos ir al mismo lugar al cual fuimos en nuestra primera cita, Mi viejo Molino, recuerdo que al llegar lo estaban remodelando, bueno solo la entrada nos dio un poco de trabajo encontrar, había señores pintando y pegando ladrillos, al llegar escogí un lugar muy alejado del mundo, los televisores estaban en el canal de las carreras de autos, niños jugando en el área de juegos, especie de jóvenes universitarios alado nuestro, al tomarnos las orden, el pidió milanesa con verduras y salsas, cosas raras, yo simplemente pedí una rica hamburguesa, americana, al entregarnos nuestra comida, y al querer saborearlo me lleve una sorpresa, en mi vida había comido el queso azul.

-Hyun, No me gusto.

-¿Es enserio?

-Sí, te lo juro, está muy fuerte. - El probo mi hamburguesa y efectivamente el queso azul estaba extremadamente acido, sabia raro.

-Pues ahora te lo comes.

-Pero... -Pero nada Shin te lo comes.

Haciendo berrinches comí mi hamburguesa, al ver la cartilla vi una especie de postre, un brownie con una bolita de helado de vainilla, pero no era cualquier cosa, el brownie estaba hecho con nuez y cacahuate, a Hyun no le gustaba la cacahuate, pero yo lo quería, él lo pidió después de dos mordidas ya me había empalagado, el me ayudo a comerlo, claro igual el haciendo berrinches, después de no gastarlo, él lo pago, para ser sincera aún me siento mal, dije que lo iba a ayudar, así que aún le debo su almuerzo, salimos de ahí y nos dirigimos a tomar el autobús, llegamos al centro y me acompaño a tomar mi transporte, lo vi muy interesado, ahí fue la primera vez que me despedí de él con beso,

Al llegar a mi casa simplemente fui feliz claro con un empachamiento terrible, pero no me importo porque de alguna forma me encanto estar con él.