Mi Prohibición

Intro

Ya nada va a volver a ser lo mismo, ya no voy a volver a tener los mismos amigos de clases de toda la vida, a la maestra que siempre era comprensiva, a la celadora que nos regalaba chocolates, aunque algo me dejaba tranquila de todo este cambio, y eso es, que no vería mas a la rectora amargada que cada dos por tres me pillaba alguna macana.

Empezaba una nueva etapa de mi vida, volvería a Japón, a vivir con mi padre y mi hermano, volvería a ver a mis primos y comenzaría la secundaria en un colegio nuevo.

-¡Sakura Uchiha ha llegado el momento!-dije cerrando mi maleta. Golpean la puerta de mi cuarto. Dejo la maleta en el piso y me acerco a la puerta para abrirla, cundo lo hago doy un salto y mi padre me agarra.

Después de unos segundos me deja en el piso y lo observó detenidamente, como siempre luciendo su traje negro impecable y su melena más larga de lo que recordaba en una coleta, sus gafas de sol cubriendo su mirada, que pasa el resto del mundo podría ser intimidadora y fría, para mí era completamente llena de amor y seguridad.

-¿Cómo has estado hija?-me pregunta con una leve sonrisa.

-Perfectamente, esperando impacientemente que este día llegara.-respondo.

-Me lo podía imaginar, ¿Ya tienes todo preparado?

Miro a mí alrededor y luego asiento con la cabeza para confirmar que ya estaba todo empacado, mi padre toma la maleta y salimos del cuarto, antes de seguir caminando, me detengo frente a la puerta y retiro la placa con mi nombre y la meto en mi mochila.

-Antes de irnos, debemos pasar por los papeles de las equivalencias.-me dice y yo encojo los hombros.

-Ve tú, yo te esperare en el auto.-tomo la maleta y veo como mi padre comienza a caminar en dirección opuesta, saco mis auriculares rosas y los conecto a mi móvil para escuchar música.

Los pasillos de los cuartos están desiertos, la mayoría de las chicas están en clases o fuera del internado, cuando llego a la puerta de salida veo un auto negro parado justo al pie de las escaleras, las bajo y me siento en el último escalón a esperar al Señor Madara Uchiha.

**********

Después de trece horas en el avión privado de la familia, me comienzo a despertar tras sonar el altavoz con el piloto diciendo que aterrizaremos en unos minutos.

-¿Dormiste bien hija?-pregunta mi padre.

-La verdad he dormido mejor.-digo aun desperezándome, me giro sobre mí y abro la ventanilla y la ciudad está completamente iluminada, ya que acá es de noche.

-¿Qué quieres hacer por tu cumpleaños?-me sonríe.

-La verdad, primero que todo dormiré y luego, no lo sé no lo he pensado mucho que digamos.-suelto una carcajada haciendo que mi padre vuelva a su laptop, seguro estaba trabajando mientras dormía.

Al aterrizar y bajar del avión un auto ya nos estaba esperando, el chofer toma mi maleta y el portafolio de mi padre y luego nos abre la puerta del coche.

Bueno de seguro se preguntaran como es que termine en un internado de mujeres al otro lado del charco, aquí les va el resumen de mi vida... antes de que todo esto se saliera de control...

Bueno cuando mi padre era joven conoció a mi madre, lo cual supuestamente se enamoraron perdidamente, lo cual creo que solo fue mi padre ya que mi madre tiempo después se fue con otro hombre y nos abandonó.

Pero rebobinando un poco casi inmediatamente de que mis padres se casaran mi madre quedo embarazada de Obito y la cosa iba bien hasta que mi padre y su hermano comenzaron a tener más trabajo en la pequeña empresa familiar, diez años después del nacimiento de mi hermano llego yo a la vida de ellos, la oveja rosa de la familia, dos años después de que naciera, mi madre conoció a un hombre y decidió que estaba bien dejarnos a cargo de nuestro padre y hasta el día de hoy no se ni dónde está ya que nuestro padre nunca habla de ella y tampoco es que me interese mucho conocerla, para mi madre siempre será Mikoto Uchiha, mi tía, ella ayudo a mi padre a criarme hasta los 6 años, ahí es donde mi padre decide mandarme a un internado en los Estados Unidos, cada año viajaba a Japón a ver a mi familia, pero ya no quería estar lejos de aquí, hace que convencía a mi padre de que me mandara a un instituto aquí, me mate estudiando para poder ser aceptada en la mejor escuela de Japón Konoha Academia, y bueno aquí estamos a solo dos semanas de comenzar las clases y yo por cumplir 16 años.

Ahora soy una adolecente, con las hormonas revolucionadas, sin saber lo que es estar con un chico, sin saber nada.

WrpF