1.El Inicio

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Me encontraba allí, en ese tenebroso castillo, oscuro y frío como me relataba mi padre cuando yo era menor. Junto aquella chica con su pelo lacio y suave, alta, ojos cafés pero fácilmente reconocibles, ella seguía igual de hermosa que aquel día en el que se conocieron.
Juntos otra vez, no lo podía creer aunque no en la mejor situación pero juntos, ambos teníamos miedo, mucho miedo y frío. Yo, intentando agudizar todos mis sentidos para evitar cualquier ataque de aquella cosa espantosa, me sorprendí cuándo ella me dijo, mirándome fijamente "Augusto, tengo mucho miedo y frío deberíamos irnos ya". Se le podía notar el terror recorriendole todo su cuerpo, temblando de frio, lo único que pensé fue en darle mi único abrigo, por más que yo fuese a sufrir más el frío, quería protegerla y más en ese momento tan inquietante.
"CORRE, ESCÓNDETE DONDE SEA" le grité en cuanto escuche a esa criatura acercándose rápidamente hacia nosotros, intente evadir como podía todos sus posibles ataques e intentar protegerla a ella con mi vida si era necesario, pero aquella bestia sin rostro logro empujarme fuertemente contra una pared, eso provocó que me rompiera todo el brazo izquierdo y caí de rodillas, ante esa enorme bestia. La tomó por el brazo y me obligó a contemplar como la lastimaba sin piedad, sin ningún gramo de lastima, LA ESTABA MATANDO, rápidamente me recupere y me abalancé sobre aquella bestia, la cual logro esquivarme y de entre la oscuridad más densa salió para darme un golpe crítico en mis riñones, caí por segunda ves y lo último que vi antes de desmayarme fue la cara de ella, en el suelo y como ese monstruo se la llevaba y desaparecía en la oscuridad del enorme pasillo, uno de los tantos que había en ese castillo, hogar del terror.

La Bestia DesconocidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora