Un Simple Guerrero

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No sé quién eres pero me gustaría contarte mi vida a través del tiempo, si no te llama la atención respeto tu decisión, si aun quieres saber mas no hay tiempo que perder, empecemos...

fue hace mucho tiempo, yo era un chico de unos 14 años yo trabajaba para mis padres a los cuales fueron alguna vez unos guerreros muy poderosos, pero por alguna razón se convirtieron en herreros, mi hermana tenía mi misma edad pero era una buena herrera pero apenas sostenía un arma sin herir a nadie, yo quería defender a mi familia y al pueblo donde vivía pero yo solo era una persona a la que podían hacerle encargos, viajaba a lugares muy lejos para traer las cosas que necesitaba mi familia, para mi seria una vida perfecta el ayudar a los demás, era muy feliz pero todo cambio cuando llego ese horrible día...

estaba de regreso a mi casa para traerle comida a mi familia, y al abrir la puerta de mi hogar vi los cadáveres de mi familia, al ver que sus espadas estaban a un lado de sus cuerpos tenía la idea de que murieron luchando, vi que alguien estaba parado al final del cuarto cuando se dio cuenta de que yo lo miraba salió por la ventana y escapo, no pude hacer nada, caí de rodillas y llore por la muerte de mi familia y jure que desde ese día me vengaría de esa persona.

habían pasado meses desde aquel horroroso día y ahogaba mis penas con alcohol por no hacer nada y recordé que mi padre me conto una leyenda que en las profundidades se encontraba una katana que se decía que concedía un gran poder a aquella persona que la usara y recogí mi equipo y me puse una camiseta blanca seguida de un pantalón negro y una camisa negra desabrochada y me fui a las profundidades del pueblo, había muchos guardias pero mi intención no era matar a personas inocentes, después de horas y horas de búsqueda y sigilo la encontré, la leyenda era cierta vi esa katana, como mi padre la describía, su estuche tenía unas grabaciones de color blanco y gris, no tenía tiempo de admirarla en este lugar, la tome rápidamente y me fui de ese lugar, al llegar a lo que alguna vez fue mi casa me senté en mi cama y mire la katana, cuando quite el estuche mire unas extrañas grabaciones en el filo de esa katana eran unas letras japonesas.

me sentía muy cansado por tanto buscar esta katana y me dormí con gran rapidez pero un ruido me despertó, rápidamente me levante y tome mi katana y al salir de mi cuarto me sorprendí al ver que no había nada, literalmente no había nada, no había piso, no había paredes, no había techo, no había estrellas, todo era oscuridad, no había nada alrededor de mi pero empecé a caminar para encontrar algo, camine y camine al parecer por horas y me encontré con una persona, el estaba de rodillas y tapando su cara con sus manos y cuando retiro sus manos me di cuenta que era yo, un yo muy triste, el pedía piedad pero no sabía a quién le pedía eso, me miraba fijamente a los ojos y miraba como derramaba sus lagrimas de su rostro,

-para por favor- dijo el otro yo

su brazo cayo desmembrado de él y salpico mi camiseta de sangre, el cayó al suelo agonizando y una de sus piernas fue arrancada por una fuerza invisible, yo quería ayudarlo pero una fuerza me impedía moverme, lo único que podía hacer era mirar como moría horriblemente, su brazo y su pierna restante fueron arrancados por esa fuerza invisible y su sangre salpicaban mi rostro, mis pantalones y mi camiseta, no podía soportarlo mas, quería llorar al ver como el otro yo sufría y yo no podía ayudarlo, el quedo en el suelo y al final dejo de llorar y me miraba fijamente con un rostro de tristeza, sentía una brisa llegar y convertía a el otro yo en polvo lentamente y llevándoselo junto con él, me sentía muy culpable al no poder hacer nada, cuando no quedo nada de él escuche unas palabras:

-te perdono- escuchaba esas palabras a lo lejos

De repente sentí un gran vacío dentro de mí y poco a poco me hundía en esa oscuridad cerré los ojos para intentar despertar y cuando abrí los ojos estaba en mi casa de nuevo pero ese vacío lo seguía sintiendo, pasaron algunas semanas, no sentía hambre, no tenia sed, no tenia sueño y entonces recordé cuando mi padre me conto esa leyenda, esa arma tenía una consecuencia...

Entonces comprendí todo...el otro yo que vi esa vez era mi alma, murió de una manera horrible y lo vi con mis propios ojos, yo solo quería vengar a mi familia pero ahora mate a mi alma para conseguir lo que quería, pero ahora no tengo otra opción...

creo que el no tener alma me dio una especie de inmortalidad o simplemente soy un muerto en un mundo de vivos, posiblemente el asesino haya muerto pero buscare a la generación que dejo en este mundo, no me importa cuánto tarde, no importa si sea una persona buena, lo matare, no tendré piedad, nunca subestimes el poder de la venganza, posiblemente tu pertenezcas a la sangre de ese asesino y si lo eres, reza por una muerte rápida, no te preocupes por encontrar esa katana, yo la tengo en mis propias manos para que no se vuelva a repetir el peor error que hice

si alguna día miras a un chico de pantalón negro, con camisa blanca y una camiseta negra desabrochada, platica con él, a veces me siento muy solo y necesito hablar con alguien, para que sepas mas de mi, un simple guerrero

CreepypastasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora