"HOLA"

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Hola a todos! Mi nombre es jhoa. Parece un nombre de mujer pero soy hombre. Muchos se preguntaran porque comienza esto con un "hola", pues que no les parezca raro, el "hola" son las palabras claves para comenzar una charla con una persona y una forma muy educada, a través de esto dejemen contarles una de las historias que han sucedido con el transcurso del tiempo durante la vida de una pequeña niña llamada Ingrith.

Todo comenzó en Francia por el año 1970 toda una ciudad vestida de Gris a travez de los desagradables acontecimientos ocurridos en tiempos pasados.
Ingrith es una niña de 11 años de un corazón puro y noble, una niña de ojos azules, cabello claro y con rizos, delgada, dientes perfectos y una sonrisa deslumbrante.
Cada mañana al despertar, Ingrith miraba por la ventana de su cuarto esperando muy ansiosa la llegada de aquel hombre que le prometió que volvería pronto.
Todas las mañana Sara, (madre de Ingrith) la llamaba a desayunar.
Ingrith era una chica a la cual las cosas no le afectaban tanto.
Esa mañana bajo corriendo las escaleras, a lo que su madre la reprochó por ese acto, temiendo que en el transcurso pudiera caer y sufrir algún daño. A Ingrith mucho no le afectó ya que una vez en la cocina con su madre recibió los besos cariños infaltable de todas las mañanas.
Tomo asiento, y espero a que le sirvieran el desayuno mientras cariñosamente abrqzaba y besaba a su gato blanco el cual se llamaba pelusa.
Esa mañana su madre no se encontraba muy de buenos ánimos ya que había recibido una noticia no muy agradable.
Debería hacer un viaje largo a ver a una de sus tías la cual se encontraba en un delicado estado de Salud.
Ingrith notó la preocupación de su madre y se comportó al dejar su gato, lavar sus manos y tomar el desayuno, mientras desayunaba como todas las mañanas, un silencio en toda la habitación y una lágrima negra caía por la mejilla de Sara, a lo que Ingrith pregunto.
-¿Mamá te sientes bien? ¿Porque lloras?
Sara temiendo de la preocupación de su pequeña tubo que pensar en una escusa mientras se limpiaba las lágrimas.
-Recuerdo cuando tu padre adoraba estos desayunos, contar las anécdotas de sus compañeros de trabajo y planear los días de campo.
Sara pensó que eso fue lo mejor que podría haber dicho en momentos como esos.

Salieron de casa atrasadas debido a su conversación.
Madre e hija tomaron diferentes caminos, Ingrith a casa de su tía para quedar a su cuidado, y Sara a la estación de trenes.
Pasadas las 10 de la mañana de un día domingo tocaron la puerta, la mala noticia era la cual tocaba l puerta.
Ingrith corrió a abrir la puerta y se encontró con dos hombres de negro que con ellos traían una bandera en sus manos.
El padre de Ingrith había marchado a una guerra así como la mayoría de los soldados, Ingrith mucho no entendió que es lo que pasaba, pero siguió la conversación.
-"HOLA. ¿Se encuentra alguien en tu casa esta mañana?
-Sólo yo y mi tia, pero se encuentra en la cocina.
-¿Podrías decirle que necesitamos hablar con ella?

Ingrith invito a pasar a los soldados y a tomar asiento mientras iba por su tia.
Cuando la tía de Ingrith vio a los soldados mandó a Ingrith a la habitación de arriba para mayor privacidad.
Una vez que la tía de Ingrith vio la bandera, se arrojó desconsolada al piso mientras los hombres de negro la consolaban.
Su marido había tenido una trágica muerte en el campo de batalla.
Ese día fueron uno de los más desagradables para una niña de tan sólo 11 años.

La madre de Ingrith paso por ella en cuanto llegó de su viaje, camino a casa Ingrith comentó lo sucedido en casa de su tía.
La llegada a casa no fue tan agradable, pelusa había escapado por una ventana que estaba abierta.
Ese día lo buscaron hasta muy tarde pero no pudieron encontrarlo. Cuando regresaban a casa, un vecino que conocía a Ingrith y a su madre, les comentó de lo sucedido.
-"Hola ingrith, se que eres una niña fuerte, y te acompañó en el dolor que debes estar siento en estos momentos. Unas pocas calles de aquí encontré a pelusa...
-¡¡¡LLEVEME CON EL!!!
-Tendrás que perdonarme Ingrith, pero no podré hacer eso!
La madre de Ingrith ya se había dado cuenta de lo sucedido.
Un automóvil había chocado a pelusas y por sus lastumados había muerto.
Ingrith espero y lloro desconsoladamente hasta que su madre fue por el para poder darle su entierro.
Ingrith no fue por toda una semana al colegio.
En la semana siguiente para su cumpleaños, su madre le regaló un gato blanco, muy parecido a señor pelusas, pero no llenaría ese vacío que sentía Ingrith.
Esa mañana bajo desanimada las escaleras y se sentó mientras su madre espero el momento para poder darle su regalo, cuanto esto sucedió a ingrith le gustó mucho su regalo, pero no lo demostró tanto ya que su dolor era mayor.
Camino al colegio Ingrith no dijo una palabra, su madre lo entendió y guardó silencio, al llegar se despidieron y la mañana comenzó.
Un nuevo compañero había llegado a él salón de Ingrith, se presentó y siguieron como todos los dias.

Suena el recreo y todos salen excepto Ingrith y el nuevo compañero.
Mientras leía una de sus historias favoritas, silencioso casi como una sombra se dirigió con tan sólo una palabra.
-"Hola".
Al levantar su cabeza fue como si una oleada de un viento frío golpeó su rostro seguido de un calor que recorrió todo su cuerpo.
Aquel niño la observaba con una mirada penetrante.

"HOLA"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora