Forbbiden Lover

Prólogo

Caminaba por las calles oscuras de Seúl totalmente destrozado, la sangre abandonaba su cuerpo lentamente debilitándolo cada vez más rápido.
-Malditos bastardos.-masculló mientras apretaba fuertemente la mordedura gigantesca de su brazo derecho, tenia un desgarro y no se estaba regenerando.
Sacó con dificultad el teléfono de su bolsillo para llamar a su amigo y rezó porque este no estuviera follando con alguna o algunas de sus putas.
-JongDae.-susurró mientras apretaba los dientes. Oía la música al otro lado del aparato.-¡JongDae joder!-gritó histérico.
Intuyó que su amigo había contestado accidentalmente, ya que lo único que escuchaba eran gemidos mezclados con la música.
-Maldito capullo.-masculló colgando el teléfono.
Su última esperanza era MinSeok, aunque le jodiera mucho molestarlo.
Marcó el número y esperó lo más pacientemente que pudo mientras sentía unos intensos mareos y náuseas.
-¿Baekhyun?
Suspiró aliviado, Minseok nunca fallaba, esa una de las razones por las que lo quería como amigo.
Aunque luego se arrepintió pues sabía que este estaba ocupado con algo muy importante y que ese no era el momento adecuado.
-MinSeok.-siseó- No sé dónde demonios estoy, me han atacado y mordido unos jodidos lobos, estoy perdiendo mucha sangre y cada vez me encuentro más débil.
-Voy para allá, dime exactamente qué es lo que ves a tu alrededor.
A pesar del dolor y sus continuas ganas de vomitar, intentó calmarse de cierta forma, él iba a estar bien pronto, su amigo lo iba a salvar.
Describió como pudo el lugar, le costaba la mierda ver, por eso cuándo colgó y divisó una figura acercándose lentamente no supo que demonios hacer.
-¿Quién eres?-gruñó.
El hombre no dijo nada y se le acercó más, mentiría si dijera que no se estaba cagando en los pantalones, no tenia fuerzas para luchar y sentía que si oponía la mínima resistencia iba a desmayarse.
Necesitaba sangre y ese hombre olía demasiado bien, olía a Licántropo.
-Jodida mierda.-murmuró.
Estaba grave en peligro.