14

18 2 0
                                    

No era capas de asimilar lo que le sucedía, estaba convulcionando asi es, en su cama ya repleto por el sudor y las ansías de ser capás de controlar la movilidad de su propio cuerpo, las ganas de gritar, las ganas de moverte por ti mismo o al menos decir algunas palabras, pero no era como si su garganta huhiera cerrado y ya no era dueño ni de su propio cuerpo parece que ya se esta acostumbrándose.

CIUDAD PERDIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora