II: Alzheimer

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Midnight, not a sound from the pavement

Has the moon lost her memories?

She's smiling again...

In the lamplight,

the withered leaves collect at my feet

and the wind, begins to moan.

Lo primero que se le olvidó fue coger el periódico una mañana, se levantó,salió a la calle y se sentó a desayunar. Cuando quiso leer las noticias matutinas, estiró la mano buscando el ejemplar recién comprado. No estaba. ¿Se había acercado al quiosco? Sí,estaba casi seguro de que sí. ¿Por qué no había comprado el periódico entonces?.

Un descuido, la primera excusa.

Memory, all along in the moonlight,

I can smile at the all days,

life was beautiful then...

I remember the time I knew what happiness was,

let the memories, live again.

Vivía con su mujer, ella se dio cuenta de todo incluso antes que él. "Paco, ve al médico" le decía. "Esto no es nada", le contestaba, porque aquello no podía ser nada, porque temía el veredicto de un profesional. Orgullo, puro y duro. No quería admitir que se estaba haciendo viejo, no quería ser un inútil, una carga para sus hijos,para sus nietos y nietas. Quería ser tan fuerte y vital como cuando era joven.

A veces,no apreciamos lo que podemos hacer por los demás, sólo por dejar el orgullo a un lado.

Every street lamp seems to beat

a fatalistic warnings.

Someone mutters,

and the streetlamp gutters,

and soon it will be morning.

Un día el corazón de ella dejó de latir, quizá cansado de preocuparse, cansado de decirle a aquél hombre tan cabezón que fuera al médico. A las dos semanas de que la lámina de madera ocultara para siempre el rostro que tanto amó, apenas podía recordar sus facciones. Sin embargo, no quiso preocuparse por ello, porque una de sus nietas, la más pequeña, Amalia, no se separó de él desde entonces. Siempre le estaba diciendo "Abuelo, vamos a hacer esto" mientras le arrastraba a algún juego de niños pequeños. Fueron tiempos duros, asumir que su compañera de toda la vida se había marchado hacía que le doliera el corazón. No poder imaginar su rostro dentro de su mente, también.

Cuando estaba con Amalia, todo era más fácil. No se le olvidaba el periódico

Daylight I must wait for the sunrise

I must think of a new life

and I mustn't give in.

When the dawn comes,

tonight will be a memory to.

And a new day, has begun.

Pero los años pasan, y nunca pasan en balde, a veces se le olvidaba comprar comida, otras veces ponerse los calcetines, a veces se le olvidaba el nombre de la gente. Pero Amalia siempre lo compensaba, a ella siempre la recordaba, incluso por encima de sus hijos. Ella compraba la comida cuando él no lo hacía, le ayudaba a ponerse los calcetines, le lavaba la ropa, y le enseñaba fotos de su mujer. Ella era la única que conocía su secreto. Pero nunca se lo contaría a nadie. Él no quería ir al médico, aunque ella se lo proponía a menudo.

Un día se le olvidó su nombre. Alguien, ni siquiera sabía quién le preguntó una y mil veces quién era. No pudo contestar y lloró. Sólo lloró.

Burnt out end of, smokey days

the stale cold smell of morning

The street lamp dies another day is over,

another day is downing.

Comenzó a vivir en casa de Amalia, que le enseñaba fotos, que le recordaba, medio en secreto, sólo para ellos dos, los nombres de las personas que le rodeaban. Aunque cada día sentía más dolor, a ella nunca la olvidaba. El corazón podía doler, pero Amalia siempre estaba allí. Había olvidado el rostro y el nombre de su esposa, pero Amalia seguía a su lado. Amalia, Amalia, Amalia, siempre era aquella niña de ojos vivaces que sonriente le facilitaba un poco vivir en aquella pesadilla.

Un día, sucuerpo le falló, y también olvidó el nombre de su niña querida.

Conforme la memoria le fallaba, al cuerpo también se le olvidaba cómo funcionar.

Touch me, it's so easy to leave me

all alone with my memories

of my days in the sun.

If you touch me, I'll understand what happiness is,

and a new daw, will begin...

¿Quién era?¿Dónde estaba? ¿Quiénes eran todas esas personas que le rodeaban y le miraban tan fijamente? ¿Por qué estaba atado? ¿Por qué tenía agujas en los brazos? ¿Qué era aquello que pitaba a intervalos regulares? ¿Por qué tenía una bolsa en la cara? ¿Por qué se hinchaba y se iba cerrando? Cuando abrió los ojos de nuevo, le aturdieron tanto todas aquellas preguntas, que tuvo que volver a cerrar los ojos y la oscuridad le tragó. En el fondo sabía que iba a morir. Por alguna razón, no tenía miedo.

Volvió a abrir los ojos, esta vez solamente había una chica joven a su lado,cogiéndole la mano. Le llamaba "abuelo". No podía recordarla,pero correspondió al apretón. Los ojos de la niña le miraban con cariño, brillantes por las lágrimas de emoción. Los pitidos del fondo fueron haciéndose cada vez más largos, y la bolsa dejó de hincharse poco a poco. Miró a la muchacha mientras todo se iba oscureciendo. No supo por qué, pero le susurró un "te quiero, te quiero mucho".


Antes de que su corazón latiera por última vez, recordó todo, recordó a su nieta, la niña que le cogía la mano. Se llamaba Amalia, igual que se había llamado su mujer. 

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