Un paso más allá.

IV: ¿Dios?

Un día abrió los ojos y se encontró que estaba solo, perdido, desaparecido. Se encontró que a su alrededor sólo había abismo, oscuridad y dolor.
No sentía su cuerpo, no sentía su mente, no sentía sus sueños, vacíos ahora. ¿Tanto como su conciencia? No, no tanto.
Se preguntaba cómo había llegado hasta allí. No podía recordar un antes y un después. No podía recordar nada.
Sin recuerdos, sin conciencia, sin sueños. Sólo se siente y se piensa.
Sólo valora el poder oír sus pensamientos y el poder sentir ese incesante dolor que como un martillo machaca su esencia. Sabe que no tiene cuerpo. No puede ser más que esencia, pues.
En ese extraño abismo no se siente el hambre ni el sueño, pero sí el deseo de la compañía de otras esencias. Deseo nunca saciado, pues en ese lugar está solo.Solo consigo mismo, con su energía, con su esencia y con su pensamiento.
Solo, hasta que descubre el poder de crear.
La magia surge a través de su esencia infinita, trastocando el vacío del abismo. Su esencia vibra, piensa, imagina y siente y modela el caos, igual que un Demiurgo demasiado complejo para ser retratado.
¿Por qué lo hace? ¿No quiere estar solo? ¿Es una esencia perfecta?
No, no es perfecto, necesita de la compañía de otras esencias. ¿Su error más grande? El tener el poder para crearlas. Igual que él codicia compañía, lo que él crea será un cúmulo de codicia por lo creado.
Ha creado el mal, que ha surgido de él.
Ha creado el bien, que surge por casualidad y necesidad de un equilibrio ciertamente entrópico.
Ha creado una evolución en un universo que él desconoce. Lo que fue abismo, ahora son constelaciones.
Ha creado vida. Pero no sabe cómo manejarla.
Quiere ser adorado, sentirse acompañado y sólo al principio consigue su propósito, pero al igual que ha creado una vida codiciosa y en general, corrupta. Ha creado una evolución imperfecta, una evolución que según el pierde la capacidad de controlar su creación, va dejando de creer en él.
Ahora se vuelve a encontrar solo y es mucho peor que antes. Rodeado de una creación de la que se ha desentendido, despechado y desengañado de su ignorancia.
Dolido porque les ha dado la vida. Frustrado,porque no sabe cómo quitársela.
¿Todopoderoso? Nunca, no sabe manejarse
¿Apasionado? Sí e imperfecto en consecuencia.
Basó su imagen en una mentira, ahora paga las consecuencias.
¿Venganza?...Pero...¿Puede un padre vengarse de sus hijos?
Además, está demasiado cansado, demasiado débil,demasiado solo.
Es demasiado pequeño para el problema que ha creado.
¿Quién lo creó a él? ¿De donde surge su inquieta esencia incorpórea?
Ni siquiera él lo sabe.
No muerto.
No vivo.
Solo.
Abandonado por aquellos que creó.
Sin el poder como para crear un nuevo cauce.
Confinado dentro de su propio universo.
Puede ser...¿Dios?