Luces nocturnas iluminan tus ojos.
Bajo un manto de pelo color azabache que cubre tu rostro de miradas vulgares,
,de gentes vulgares, obscenas e hirientes.
Es el rostro lacio, de piel de seda, que resplandece como estrellas en el cielo.
Son tus pechos los que un día amamantaron el camino de aquellos que te han de seguir
Es la triste mirada que refleja tu gesto de sentimientos lejanos,
entre sueños que un día se harán realidad
Es la sonrisa más sincera la que llena de ternura la inocencia, que, como esencia, se diluye entre lágrimas al anochecer
Es la alegría de una juventud que perdura en el alma y se pierde en el camino,
al alba, mientras el rocío roza tus mejillas con gotas del pasado.