Mi Primer Amor

2. El desconocido

Ingresó el maestro de Literatura al aula y comenzó su clase. Me senté en la última carpeta de la fila de el medio para poder ver a... bueno, aún no me sé su nombre pero pronto lo sabría.

- ¡Silencio! - Gritó ese viejo cascarrabias porque nadie le hacía caso. La clase entera guardó silencio.
- Gracias. Pero esperen, ¿hay una nueva alumna no? Pase al frente alumna...

- Natalia - Exclamé. Este profesor no me daba buena pinta. Tenía cara de violador. Si hubiera sido un profe sexy le hubiera podido dar una oportunidad pero este era un chato, calvo, gordo y amargado profesor. Aggg.

- Señorita, ¿se encuentra bien?

- Sí, de maravilla. Ya voy.
Me paré y comenzé a caminar lentamente hacia donde estaba el profesor y pude ver cómo todas esas miradas se posaban en mi trasero y en mis senos. Hasta el profesor no me dejaba de mirar.

- Dígame usted cual es su nombre señorita, de dónde viene, su edad y "sus gustos".

- Me llamo Natalia, soy nueva en la ciudad pero vengo de California, tengo 15 años y me gusta el helado.

- Que interesante... - dijo ese enfermo. Puaj, es repugnante.

Regresé a mi sitio y me puse a copiar lo que el maestro escribía en la pizarra. Era taaaan aburrido, prefería ciencias naturales. Era el curso más fácil para mi aunque eso era en mi antigüo colegio así que no sé cómo será aquí.
Sonó la campana y me dí cuenta que el recreo había llegado ya que todos los alumnos se retiraban. Me dirigí a la puerta pero al salir me choqué con el maestro.

- Ten cuidado princesa - ¿¿¿Me...me...me dijo princesa??? Este sí que está enfermo.

- Perdón profesor...

- Manuel, dime Manuel - y todavía es confiansudo.

Salí rápido mirando al suelo y me dirigí al patio donde estaban todos. Una vez ahí me senté en un costado del patio donde había un muro. Me fijé a mi alrededor y observé un grupo de chicos señalándome y poniendo unas caras de placer. Decidí pararme, soltarme el cabello y caminar lentamente hacia ellos modelando. Cuando llegué a su lado les dije:

- Me parece que me estaban señalando chicos - les dije pero mi tono no era de molestia, era más bien una combinación de alegría y un toque de placer.

- Te parece bombón - dijo uno de ellos. Tenía unos brazos... Todos estaban re-buenos.

- Soy Christian - dijo uno que parecía ser el líder. Todos eran musculosos y se fueron presentando uno por uno. Dos fueron los que más me llamaron la atención. Uno se llamaba Sebastián y el otro Brad. Eran taaaan churos...

Luego me presentaron a las chicas y de inmediato nos hicimos amigas Vanessa y yo. Era tan candy como yo y teníamos los mismos gustos. Comenzamos a hablar y me dijo que me iba a preguntar a otros de sus amigos. Me llevó donde él. El chico que paralizaba mi corazón con tan solo su presencia.

- Hola! - le dije. Él me miró y me dijo:

- Hola... Natalia? Natalia no?

- Sí y tu eres...

- Perdón, Ryan. Mi nombre es Ryan.
No sabía qué más decir, él me ponía la mente en blanco. En ese momento sentía que no podía abrir la boca. Intentaba decir algo pero las palabras no salían y mi boca no se abría tampoco. Sólo podía pensar en ese hermoso cuerpo, esos ojos y su cabellera rubia...

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En multimedia Ryan.
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