Rusty Hook.

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Creí verte en El Anzuelo Oxidado.

Estabas acurrucado en una silla de mimbre, de espaldas a la entrada por la que ingresé al lugar, tus cabellos estaban algo desordenados y tenías un permanente que hacía que tu cabello pareciera un reburujo de oro; no pude evitar acercarme de inmediato para cerciorarme de que eras tú, y besé a quién fuera que estuviera ahí sentado. Descubrí entonces que nuevamente no se traba de ti, era una chica de cabellos cortos, en un tono sumamente parecido al tuyo.

Mis labios se movieron contra los suyos; eran tan suaves, delicados y finos, y aunque no podían compararse con los tuyos, eran los más parecidos que había podido encontrar desde tu partida, aunque en realidad no buscaba más que tenerte a ti de vuelta.

Estaba tan cerca y me abrazó tan fuerte; pude sentir el calor de sus brazos y fue ahí cuando te sentí nuevamente en mi pecho; hasta que me separé del beso para verla a los ojos. Incluso fui sumamente cortés cuando le pregunté:

— Por favor, ¿puedo llamarte por su nombre?

Cornerstone. [AoKi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora