Luego de aquella extraña presentación por parte del peligris, seguí con mi objetivo y me dirigí prontamente a los baños pero, de repente, siento nuevamente una mano sobre mi hombro el cual genera un escalofrío por todo mi cuerpo. Me volteé lentamente y me encontré con aquella mirada heterocromática.
–¿A dónde crees que vas? –me miró desafiante.
– Voy a consolar a Mitzuki– dije algo apenada por ella.
– ¿No te cansas de meter la pata, verdad? – bufó.
–Lo siento mucho pero, si me lo permite, me gustaría primero hablar con Mitzuki para después disculparme adecuadamente con usted– dije al tiempo que me dirigía hacia al baño de mujeres zafándome, a su vez, del agarre de Akashi.
Al llegar al baño de mujeres, Mitzuki se encontraba llorando en el fondo, sentada en el piso y con sus manos cubriéndose la cara.
–Mitzuki– me acerqué lentamente hacia ella– no deberías ponerte mal por lo que ocurrió anteriormente, fue solo una confusión, cosas que pasan– intenté sonar los más dulce posible.
– ¿Es que no lo entiendes? Quedé ridícula frente a Akashi. Yo ya no sé qué hacer para llamar su atención. Todos los años siendo uno de los mejores promedios de la clase A, me arreglo todos los días antes de ir al colegio como para resaltar un poco y él pueda notarme, pero aun así, logro llamar la atención de casi todos los chicos exceptuando la de él.
– Yo, no sé qué decirte...– dije atónitamente.
–No es necesario que digas nada–dijo apenada. Al sonar el timbre ella se levantó del suelo y se marchó sin decir una palabra.
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Durante toda la clase, Mitzuki se mantenía absorta en sus pensamientos, no prestaba atención en clase, le había pegado duro aquella situación.
Al terminar las clases, me dirigí a la biblioteca del Instituto en busca de algún libro que me pudiesen prestar para pasar el rato los días en que Akashi tuviese entrenamiento.
Frente a tantos libros, opté por llevarme una novela romántica y emprendí mi camino hacia el gimnasio. De paso podría ver a Akashi jugar– supuse – vamos a ver qué tal juega el idiota– reí ante mi comentario mientras abría la puerta del gimnasio.
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La esclava de Akashi
RomanceKobayashi Haruka es una estudiante becaria del instituto Rakuzan, competitiva, alegre, inteligente, buena para los deportes y los juegos de estrategia. Luego de un par de meses de su ingreso a la preparatoria, se inscribe curiosamente a un torneo i...