Capítulo 1: Desde mi ventana

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He tenido una vida rodeada de dolor, donde la mayor parte del tiempo la oscuridad reina en el ambiente que vivo. No he sentido el amor, no he experimentado lo que es tener un amigo, lo único que he hecho ha sido mirar por el balcón de mi ventana como los niños que pasan sueñan, ríen y cantan, deseando con todas mis fuerzas tener eso que ellos tienen; La libertad es algo con lo que nacemos, algo de lo que no nos pueden privar, pero no para todos la libertad es un derecho, para muchos, es un deseo lejano el cual no podemos alcanzar. Cada día es el mismo encerrado aquí soportando tanto dolor, pero aún así guardando la esperanza de que algún día todo acabará.

Yo vivo en Arlen un pequeño pueblo situado en un bosque  de New jersey, pero soy originario de Japón, nací en Nagasaki. Mis padres cuyo nombre nunca me han querido decir se mudaron a América por el sueño de vivir una vida mejor, pero a pesar de todo eso sus sueños fueron frustrados por un terrible accidente de auto, dejando a un pequeño de seis meses abandonado. No sé como sobreviví, salí ileso de ese accidente a pesar de ser sólo un bebé, pero a veces deseo no haber salido vivo, si no muerto y poder estar lejos de este lugar. Me quedé en un orfanato durante seis meses más, no tardaron en adoptarme ya que muchos querían a un pequeño de origen asiático, al final una mujer que era una madre soltera de un chico que quería un hermanito me adoptó. El niño del que les hablo es mi hermano el cual es tres años mayor que yo. Desde que llegué a esta casa en Arlen mi vida ha sido un completo infierno; Lo único que esa mujer quería era un esclavo personal.

-¡OLI! ¿Pero qué es lo que haces? Deja esa maldita libreta en paz y ven a hacer el aseo, vienen visitas semejante idiota.

Oli rápidamente soltó su libreta y el lápiz para ir a hacer lo que su madre adoptiva la señora Omelle le había ordenado. Oli se aterraba cada vez que ella mencionaba su libreta, era lo más preciado, ahí tenía documentada toda su vida desde que le permitieron leer y escribir gracias a los ruegos de una viejecilla que se ofreció de voluntaria a enseñarle.

Esa era la vida de Oli, recibir ordenes de Omelle. Mientras éste hacia la limpieza que le habían pedido que hiciera, su hermano Jhon se acercó y le dijo.

-Tu tarado, mas te vale apurarte, llevaré a mamá de compras en eso se calmará.

Oli sólo asintió mientras veía a su hermano dirigirse al piso de abajo. Un rato más tarde ya estaba solo y sabía que se tardarían por lo menos unas dos horas en regresar, él se dio aún más prisa. Oli sentía preocupación cada vez que invitados llegaban, ya que si hacia algo mal lo castigaban sin piedad, y quien le daba los castigos era su hermano Jhon. Esta vez se propuso hacer las cosas bien, ya se sentía cansado de ese látigo, ya no quería que su piel fuera envestida por ese doloroso instrumento de tortura. Decidió empezar limpiando la cocina, luego se dirigió a limpiar el baño y ordenar la habitación de huéspedes. La casa de Oli tenía tres plantas hacia arriba más un ático, había espacio como para 15 personas. Se dirigió a la habitación asignada para los huéspedes del final de la segunda planta para limpiarla por si eran bastantes personas (Era la más grande), ya que cuando tenían visitas era para ratos largos. Al entrar se dio cuenta que la ventana estaba abierta.

-Debería estar cerrada. Madre va a matarme.

Se dijo Oli a si mismo. Caminó hacia la ventana y al hacerlo vio que la puerta del armario estaba abierta, se quedó extrañado ya que nadie había entrado antes a esa habitación, siempre estaba con llave, no tenían visitas desde hace meses, y Omelle le daba la llave a Oli solo para la limpieza cuando recibían   invitados, lo más curioso es que todas las veces que había limpiado, el armario estaba siempre cerrado, al acercarse a este, vio un baúl gigante de madera color caoba, tenía una fina película de polvo, era cuadrado y tenía el aspecto de haber aguantado muchos años de encierro, este tenía candado, pero  sólo estaba puesto y con la llave en el piso, era una llave bastante antigua, de igual forma el candado era bastante viejo ya. Abrió el baúl y revisó su contenido había de todo, desde cartas hasta fotografías, mientras revolvía las cosas con cuidado vio una fotografía que le llamó la atención, eran dos personas de rasgos asiáticos como él.

El Demonio De Oli Donde viven las historias. Descúbrelo ahora