Capítulo 2: De miradas a palabras

26 1 0
                                    

Cuando amaneció del todo eran las 7:00 Am lo último que Oli recordaba eran aquellos ojos rojos. La verdad era que la estancia de aquél guapo joven iba a ser bastante prolongada, demasiado de hecho y que en ese transcurso muchas cosas pasarían. Esa mañana el adolorido chico se levantó de su cama sintiendose un poco confundido, ya que recordaba haber estado en el suelo, y con dificultad se fue al baño, al llegar se paró frente al espejo y vio que su cuerpo estaba lleno de moretones.

-Blake no puede verme así-Dijo Oli en voz baja-

No sabía desde cuando le importaba tanto su apariencia física, de hecho empezó a pensar cosas acerca de si era guapo o si podía llegar a ser atractivo para alguien, la verdad se sentía muy confundido, por un momento deseó saber si podía llegar a tener una oportunidad en el amor. Antes de bajar esa mañana a su tormentosa vida, se dirigió hacia una tabla del piso cerca de su cama en el suelo, la sacó y de su interior extrajó la libreta roja de tapa dura que lo acompañaba en sus momentos difíciles.

" 1 de mayo de 1998

Desde la llegada de Blake muchas cosas han pasado por mi mente, la verdad no sé por qué me he sentido así hacia él. Nunca he experimentado el amor, debo admitir que me emociona un poco la idea de sentirlo. He leído mucho sobre romance en los libros de Omelle, pero es muy diferente sentirlo a que sólo sea una fantasía en tu mente. Cuando leo acerca de los besos, las caricias, el tomarse de las manos y sobre todo el sentimiento que las jóvenes parejas experimentan me conmuevo muchísimo, pero aún así, creo que el amor no es para mí, menos con alguien tan bien parecido como Blake. Me pregunto que tipo de vida tuviera si mis padres aún siguieran vivos, la verdad es algo que me he preguntado desde hace años. Si tan sólo pudiera volver el tiempo atrás, tal vez así tendría una oportunidad con el joven de ojos avellana, mi amado"

Oli guardó su libreta en su escondite, no quería que la encontrasen para nada, todos sus preciados pensamientos estaban ahí. Se duchó y vistió, luego bajo hacia la cocina a preparar el desayuno para todos. Sentía un horrible dolor de cabeza pero aún así decidió que no se le bajarían los ánimos. Una hora más tarde todos estaban reunidos en el comedor esperando a que su desayuno estuviese servido, el olor de la comida era tan exquisito, que con sólo olerlo se sentía un gran apetito, así como era de magnifico el olor de igual forma la presentación y la consistencia suave eran excepcionales, Oli se había decidido esmerar en preparar ese desayuno, eran tostadas a la francesa, con mantequilla y une receta especial de huevos revueltos que Oli había creado, decidió preparar también unos esponjosos hotcakes con miel de maple, y un fresco jugo de naranja. La señora Anabelle con sólo el primer bocado quedó encantada, todo el mundo lo estaba excepto Blake, el  enamorado de oli. Esperaba con ansias saber por lo menos una opinión, tal vez algún "Delicioso" o un "me parece" pero nada, la verdad desde que probó bocado no dijo nada, sólo se quedó callado como de costumbre y siguió comiendo. Después de eso el chico se sintió decepcionado, de verdad deseaba saber si su comida era del agrado de Blake.

Durante el resto del día Omelle sólo pasaba dando órdenes a Oli, mientras que Blake observaba en silencio el abuso y maltrato constante que uno de los miembros de la casa recibía. Definitivamente Oli no sabía qué hacer, se sentía demasiado incómodo al sentir la mirada de su amado, él de verdad deseaba hablarle pero con su madre ahí no iba a poder, así que mejor dejo por perdida la situación, "Es imposible" pensó él, las circunstancias no permitían relacionarse con su amor.

                            ...

En la tarde oli recogía las hojas secas del jardín mientras pensaba en lo hermoso que sería ir más allá de ese patio. Frente a su casa había un sendero que se dirigía a un pequeño parque, donde justo a esa hora del día muchas personas llegaban. Cuando él era un niño Omelle lo llevaba, luego decidió que era mejor que Jhon lo hiciera para que se familiarizaran más, pero no resultó así. Cada vez que ellos dos iban, Jhon lo dejaba a un lado y fingía que no lo conocía y si Oli intentaba decirle algo este lo pateaba y se burlaba de él. Para el cruel joven era una vergüenza que su hermano adoptivo fuese asiático. A pesar de que eso fue hace muchos años al pobre aún le seguía doliendo, se sentía harto. Paró de barrer y tiró la escoba, luego decidió ir a darse una vuelta al pequeño parque aprovechando que nadie estaba en casa.

El Demonio De Oli Donde viven las historias. Descúbrelo ahora