Hoy es probablemente el peor dia de mi vida, ¿por que? Pues simplemente porque regresare a la escuela, por lo menos entraré el martes y no el lunes por la mañana.
La escuela para muchos es lo peor que existe en el mundo, y yo no soy la excepcion. Creo que lo unico que hace que sobreviva a ese grado de sufrimiento son mis amigas y el chavo que me gusta, nada mas.
Desde que supe que la maldita orientadora de segundo me cambio al salón de 3°D me di cuenta de lo lento que se pasaria este año escolar.
(...)
Entré al salón de clases, tarde por cierto, encontrándome con el maestro Alejandro. Él es un profesor alto, muy delgado, piel demasiado blanca y un sentido del humor demasiado...áspero; cabe mencionar que también es muy amigo de mi papá, pues ambos se conocieron mientras estudiaban la universidad, suele ir a mi casa y cenar con nosotros, creía que me agradaba y su materia sería fácil de aprobar, pero todo cambió desde la primera frase que me dirigió.
-Que sea la última vez señorita Ana- regañó abriendo la puerta para que pudiera entrar.
-Es Alana profesor, no Ana.
El maestro me ignoró y me dirigí al único lugar disponible, que por suerte estaba con todas mis amigas.
-¡Bebés, están aquí! -grité algo emocionada, pero ellas solo sonrieron levemente.
Eso fue realmente raro, me senté en mi lugar y pude notar como el profesor me miraba realmente enojado a mi parecer. Esta acción duró aproximadamente 5 segundos, después volteó la mirada y aclaró la garganta.
-Quiero que se acomoden por número de lista- tomó la hoja de reportes y comenzó a organizarnos- Bien, Wendy, Baby y Vanessa son los primeros tres, los demás acomódense detrás de ellos y así consecutivamente.
Todos siguieron su instrucción, hasta yo, pero al final me arrepentí, pues todos mis amigos quedaron lejos de mi alcance. Ahora ¿con quién podré hablar? Este día va de mal en peor.
Las horas siguieron pasando. Durante este periodo de tiempo no pude hablar con nadie, más que con Lyn, sin embargo con ella no había podido hablar en varios años, de ahí en fuera no había nadie más.
Miré el horario que tenía: "HISTORIA" ¡que aburrimiento! Bueno, al menos este año no me tocaría con la misma maestra de los dos años anteriores, Sonia, ella de verdad me odiaba, se la pasaba poniéndome reportes toda la clase.
Sonó la campana y el maestro en turno salió, cerrando la puerta de un golpe, acto seguido el salón se volvió en un verdadero desmadre.
Yo me paré de mi lugar y me dirigí con mis amigas, las cuales estaban junto a la ventana. Ellas de un momento a otro comenzaron a gritar como si estuvieran en un concierto.
-¡Emmanuel! ¡Alana, mira es Emmanuel! -gritaron señalando a la ventana, haciendo que mi color de piel tornara de blanca a rojiza.
(Se preguntarán quién es Emmanuel, bueno, para no hacerles el cuento largo, él es un chico de preparatoria, exactamente del salón 502. Prácticamente es mi amor platónico desde que curso el 1° año de secundaria: no es muy alto, no tiene el mejor cuerpo, tampoco la mejor sonrisa, sus ojos son como cualquier par, sin embargo, hay algo en él que simplemente me tiene enganchada.)
-¡Hey Alana! ¿No escuchaste? ¡Es Emmanuel! -dijo Wendollyn señalando a la ventana y causando que Emmanuel volteara a verme y poner mis nervios de punta.
El salón de 3°D era verdaderamente un desastre, todos jugaban y gritaban, pero yo solamente permanecía perpleja admirando a mi amado Emmanuel, quien sorprendentemente se aproximaba hacia la ventana.
De repente entró un señor y puso su portafolio sobre el escritorio, todos voltearon a verlo: era alto, un poco delgado, llevaba puesta una boina de color negra (al igual que su traje) la cual ocultaba sus pequeños rizos. En cuanto a su rostro, sus labios eran pequeños y largos, nariz recta y unos ojos increíblemente hermosos.
Regresé mi mirada a Emmanuel y ya se encontraba parado frente a mi, lo único que nos separaba era la maldita ventana, de no haber sido por ella, en este momento estaría abrazándolo.
Estuve a punto de hablar con él, pero una mano se colocó en mi hombro, al instante supe que era del profesor. Y como en las típicas y nada originales novelas juveniles, ambos, tanto el profesor como Emmanuel hablaron al unísono.
-Señorita Alana- dijo el profesor.
-Alana- esta vez Emmanuel.
Quería hacerle caso a Emmanuel, después de todo he estado esperando !tres largos años para este momento! Sin embargo lo ignoré y atendí al maestro.
Hola a todos los lectores!
Este es el primer capítulo de la primera novela publicada en nuestra cuenta. Voten y compártanla con sus amigos en wattpad.
Recuerden que todas las historias están enlazadas y los personajes son los mismos.
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Amor Inalcanzable
RandomTodos los adolescentes tienen un amor imposible, su primer amor, la persona de la cual estarán enamorados durante mucho tiempo, y Alana no es la excepción. Pero, ¿será normal sentir atracción hacia un profesor? ¿Tanta que en un abrir y cerrar de ojo...