Mensaje de autora: Chicas y chicos, lo lamento pero... bueno ¡No, no puedo arreglar la ortografía de este fanfic! y es que no es un FF es solamente algo que hice para un rol, luego les doy mejores cosas, lo prometo, solo que este no tendrá muy buena ortografía, esperen actualización MUY pronto.
No es culpa de él que su madre desee pasar mucho más tiempo con otro hombre que con su padre. Ella usa excusas tan fáciles como el sentirse abandonada, ella usa excusas que su padre no desea escuchar ya que no creé que ninguna sirva para la infidelidad por parte de la mujer que alguna vez le deseo amor eterno.
Osomatsu escucha todo desde el rincón de la habitación. Las peles son el pan de cada día, esa noche como muchas más sabe que no habrá una cena donde ellos tres se sienten a comer y hablar de lo divertido que ha sido el día. Esa noche sabe que posiblemente el único compañero que va a tener será el pequeño muñeco de trapo que él mismo ha hecho.
-¡Osomatsu aún juega con muñecos, es un bebé! - Las burlas en la escuela son algo que ha aprendido a soportar. El niño que hoy le molesta posee el cabello desordenado su mirada es la de todo chico presumido que tiene todo en la vida, entre esas cosas, una hermosa familia.- ¿No piensas responder?
Sabe que aquello viene con una trampa. Por lo que únicamente guarda silenció. El primer golpe es dado contra su estomago, sin embargo no es lo suficiente fuerte como para que él desee soltar el pequeño muñeco que se encuentra entre sus brazos el cual aferra con bastante fuerza contra su pecho; Jadea, las lagrimas se salen de sus ojos.
El chico abusador se ha aburrido cuando ya entiende que es mejor dejarle sólo; Osomatsu no entra a la segunda hora de clases, no quiere que la maestra se preocupe por su persona y llame a sus padres porque sabe que estos no van a asistir a ninguna reunión. Llega a un parque, uno que conoce perfectamente tiene grandes resbaladizas, columpios de todos los colores y su flora es realmente perfecta, lo sabe cuando recorre esos árboles entre pequeños saltos, olvidando el dolor de los golpes.
-¡Es divertido!-Se intenta convencer. Ha comenzado a hablar con su pequeño muñeco nuevamente. Esta planeando jugar a las escondidas, sin embargo, no existe nadie con quien contar... sus pasos le llevan a los columpios donde toma asiento, deja que su muñeco este sentado a su lado. Usa sus piernas para tener impulso y comience a mecerse, pasa así un buen rato, segundos, minutos y luego horas, puede pasar todo el día ahí, sin embargo sabe que no puede.
La suerte es realmente cruel con él, sus ojos se quedan fijos en una pareja de esposos, quienes reciben a su pequeño hijo en brazos, el padre le alza para que este finja que puede volar y luego su madre entrega un dulce beso sobre su frente...
Duele.
No existe nadie a quien contarle sobre ese problema cuando llega a casa lleno de suciedad, sus padres parecen estar tan ausentes como siempre, la única diferencia es que su padre esta trabajando esa noche en algo que al parecer es sumamente importante. ¿Más importante que ver a su hijo destrozado? al parecer, si. Pasa a su lado, busca llamar de su atención de alguna manera, no funciona.
-Pa....-Las palabras se quedan atoradas en su garganta. Sabe que no debe de molestar a su persona cuando un suspiro lleno de frustración sale de los labios de aquel hombre. Se marcha sin decir nada, la cena de hoy también será desperdiciada. Una vez que se encuentra en su habitación mira a su pequeño muñeco, es algo diferente a lo que habitualmente tendría un niño, este se encuentra siempre sonriendo y sus ojos están desorbitados, le ha puesto un nombre.
Jyushimatsu.
Le gusta como suena, es como si hubiera sido creado especialmente para él.
Sin embargo, piensa también que debería de crear otros, ya no cree que sea justo que ese sea el único por el cual deba pasar cosas malas. Una idea descabellada cruza su mente y comienza a trabajar con agujas, siente que de vez en cuando sus dedos son perforados con las mismas, la sangre esta manchando la tela de su ropa más nunca deja que toque su trabajo, no se quiere dar el lujo de que alguien diga que son basura. El primer día ha terminado el cuerpo, también ha hecho la cabeza de ambos, más aún les falta rostro y cabello.
El segundo día, ese día decide que es mejor no ir a clases, de todas formas sus padres no se darán cuenta.
Aprovecha el tiempo que tiene de sobra para comer lo que ha dejado para la cena. Es la primera vez en su vida que puede desayunar si es que aquello se le puede llamar un "Desayuno" se siente a gusto con eso, porque los muñecos ahora están terminados y son idénticos a sus padres.
Osoko y Choromatsu.
Aunque no es una cena familiar, es un almuerzo familiar.
Osomatsu ha sonreído al pensar que por fin tiene lo que más desea, una familia. Sin embargo, las conversaciones con aquellos son realmente cortas, porque no hablan.
El tercer día ha vuelto a faltar a la escuela, no recibe ningún reclamo por parte de sus padres. Su madre al parecer ha continuado con las peleas con su papá, esta vez no pone ninguna excusa, diciendo que dejará a aquel hombre... ambos saben que no pasará de esa manera. Su padre aunque es joven y apuesto, esta demasiado ocupado en el trabajo como para pasar tiempo con Osoko, una mujer quien necesita de demasiados cuidados amorosos.
-Jyushimatsu, ¿Puedes cuidar la casa? Iré a jugar con papá y mamá.
No obtiene ninguna respuesta por parte de el muñeco, sin embargo para él aquello es un "Sí".
Se pone de pie de su cama una vez que se ha colocado sus tenis amarrando los mismos de forma torpe, incluso existen cuerdas que podrían hacerle caer en cualquier momento, no le importa. Toma a los muñecos y sale corriendo de casa, aunque el día parece prometer cosas buenas, la presión en su pecho ya es demasiado grande como para detener al destino.
Continuara.

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Hitorinbo Envy [Osomatsu-San]
FanfictionEn un mundo donde un pequeño niño de nombre Osomatsu no es comprendido por sus padres, lo único que le queda es refugiarse entre sus muñecos. Au! Osomatsu hijo único. Hijo de Choromatsu y Osoko.