Mas Tuyo Que Mio!

Capitulo IV -Cita con un Extraño-

llegue a casa y de una vez fui seguido a mi cuarto y me tire en la cama. Estando boca arriba y mirando el techo muy fijamente, recordaba aquel beso, ese beso que me llevo al cielo en solo unos segundos, llevaba tiempo sin probar los labios de un hombre, creo que ya ni recordaba como se hacia. Aun así era imposible resistirse a aquello.

Su piel emanaba una feromona que me hacia temblar, cada que su cuerpo rosaba con el mio. Aunque yo era fuerte y no dejaba ver mis debilidades. Débil nunca!

Se sentía tan bien sentirse como me siento ahora, se podría tomar como un trabalenguas, pero es exactamente como puedo percibirlo.
Deseaba mas de aquello que sus labios podían darme, pero estaba entre dos teorías o mas bien dos decisiones.

¿ acaso yo me daría el lujo de sentir aquello que llevaba tanto tiempo evitando?

¿ O seria yo capaz de romper aquella promesa que me hice a mi misma de no creer en el amor y de no sufrir por nadie? Eso es lo que creo, el amor para mi es sufrimiento, dolor, es abrir una puerta para que el temor llegue a tu vida. Aunque este hacia tiempo que ya estaba presente en la mía.

¿ Podría su amor ser una salvación de para mi misma? Eran demasiadas preguntas y para ser sincera creo que me estaba adelantando a los hechos, seguro que el mismo día de la cita, se desencantará tanto conmigo que jamas lo volvería a ver. Era imposible no pensar en eso.

Perdida en mis pensamientos escuche el teléfono sonar, a sí que salí a toda prisa del cuarto y fui a ver quien era, aunque ya de por si tenia mis suposiciones pues casi nadie me llamaba a mi casa, y ese era el teléfono que había dado.

Al ver un numero desconocido en la pantalla supuse que era Ethan, el miedo y los nervios de apoderaron de mi, no quise contestar, no podía! mis pies estaban plantados en el piso y no me permitían moverme. Mi cuerpo no respondía. Después de varios tonos salio la contestadora y alguien comenzó a hablar.

-Megan se que estas ahí-Al escuchar su voz abrí los ojos que parecía que fueran a brotar de su orbita-Toma el teléfono y dejate de pendejadas, no se porque pero ya siento que te conozco, intuyo que estas escuchándome y no me quieres tomar el teléfono-Continuaba- Para que me lo diste si no querías hablar conmigo, ya te lo dije y te lo vuelvo a repetir, me gustas! En realidad no se a que le tienes miedo, pero quiero que sepas que me gustaría compartir contigo, por favor acepta mi propuesta. Salgamos a cenar esta noche, que te parece! Te tengo una sorpresa, di que aceptas y toma el teléfono-Sonaba serio y muy decidido ante aquel monologo. Después de varios segundos de silencio volvió a entonar.-Esta bien, ya entendí-De momento algo se apodero de mi y me lance encima del teléfono tomándolo para contestar.

-Hola, hola soy yo, te fuiste?-Dije sin respirar y casi ahogándome.

-Mmmm ya sabia que me estabas escuchando, ese fue mi mejor acto para que tomaras el teléfono. En fin, dime! Aceptas mi invitación para salir a cenar esta noche?-Preguntó.
Escuche su respiración alterada al otro lado del teléfono, al parecer si le importaba lo que yo fuera a responder. Aunque claro si no fuese así no estuviera insistiendome.

-Es que no se, la verdad es que no estoy segura. No te conozco, no se nada de ti, que tal si eres un asesino en serie que enamora a sus víctimas para matarlas?-Pregunte nerviosa.

-Jajaja ya veo que ves muchas películas. Pero ese es un riesgo que vas a tener que tomar, pues no creo que mi palabra te sirva de mucho.-Dijo.

Dude unos segundos pero al final acepte-Esta bien! acepto tu invitación. A donde vamos?-Pregunté.

-Bueno. Eso seria una sorpresa, pasare por tu apartamento a buscarte a las 7:30, que estés lista a esa hora-Lo escuchaba entusiasmado.

-Esta bien, pero nos vamos en taxi por favor, es que no quiero irme en esa moto otra vez-