Capitulo III-Y si me dejo llevar!-

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Al llegar al trabajo akiva me hizo un cuestionario completo acerca de lo que había provocado mi tardanza.
Le conté lo sucedido con Ethan. Bueno! llamarlo por su nombre ya no me hacia considerarlo un extraño, mas bien como un conocido, aunque no se porque, pero sentía una especie de desaprecio por aquel chico. No se bien si era porque representaba todo aquello que yo no pude ser, o si fue simplemente por la manera en la que nos conocimos.

Las preguntas de Akiva fueron aumentando aun mas después de contarle aquella historia. El consideraba que aquello había sido un encuentro romántico de películas, pero lo baje de golpe de esa nube en la que había ido a volar, al decirle que no lo volvería a ver, pues ni sabia donde vivía y tampoco me interesaba averiguarlo.

No tenia hambre, pues mi fiel asistente me guardo una ensalada verde que había pedido por delivery. Así que me la comí y aguante hasta mi salida con aquello en el estomago. Yo no era una persona de mucho comer, pero llegaban ocasiones en la que una hambre voraz se apoderaba de mi. Me supongo que esos días mi organismo estaba mas que loco.

-Te parece si vamos a mi apartamento a ver unas pelis y comer palomitas-Decía Akiva mientras salíamos del trabajo. Eran las 5 y cuarto específicamente y era nuestra hora de salida.

-No gracias! Sera en otra ocasión, estoy cansada. Lo que quiero es darme una buena ducha y dormir un rato-Dije con desanimo y sin parar de bostezar.

-Bueno esta bien-Me miro-Descansa y nos vemos mañana. Al decir aquello nos despedimos con un abrazo y un beso en la mejilla. Akiva a pesar de ser mi asistente lo consideraba mi amigo, solo tenia meses trabajando conmigo, pero había podido lograr sacar algo de sentimientos de mi corazón. Era lo único que me quedaba.

...

Subí a mi apartamento he hice lo que le había dicho a mi amigo. Me gustaba estar allí, me sentía tranquila, libre de preocupaciones y sobre todo de estrés.

Este no era muy lujoso pero si bien ordenado, con paredes blancas, y varios cuadros muy hermosos de paisajes. La ventana abarcaba casi toda la sala, completamente de cristal, y unas cortinas marrones con blanco, esta eran dobles. En el centro se observaba una mesita de cristal con dos sillones grandes en color rojo. Frente a estos un estante de madera con un plasma y un equipo de musica. El estante tenia todo organizado, películas de un lado, flores en el otro, varias figuras de cerámica y muchas cosas mas.

La cocina la dividía una especie de meseta, las cual hacia de desayunador con dos sillas bastante altas.
En la cocina se encontraba un pequeño comedor de cuatros sillas, el cual casi ni usaba, pues no paraba en casa y no tenia a nadie con quien compartir o visitarme. Excepto akiva, pero casi siempre íbamos a su apartamento así le haría todos los regueros a el.

Subí a mi cuarto, me quite la ropa y entre a la ducha. El agua bajando por mi piel se sentía estupenda, estaba tibia y con esta mi cuerpo sentía una especie de libertad por llamarlo así.

Salí del baño, me seque y me coloque unas pantaletas y una franela por encima. Baje a la cocina y tome una de esas sopas instantáneas, la abrí y le eche agua del grifo, para luego colocarla al microondas.

Después de acabar aquella sopa me acosté en la cama. Estaba tan cansada que sin darme cuenta me quede dormida.

....

La semana paso rápido. No volví a ver aquel chico, pero tampoco es que deseaba volver a verlo, es solo que pensé que como sabia donde vivía ser acercaría por allí, pero al parecer me equivoque!. Todo el trabajo que hubo esa semana completa impidió que pensara demasiado y me mantuvo bastante ocupada, mental y físicamente.

Por suerte en la publicitaria no se trabajaba los fines de semanas, esos eran dos días que tenia para descansar y hacer lo que quisiera.
Así que los sábados y los domingos temprano en la mañana lo utilizaba para correr un poco, eso hacia que mi cuerpo se mantuviera en forma y salud, aparte de que tomaba clases de defensa personal. Eso me hacia una chica muy peligrosa.

Mas Tuyo Que Mio! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora