¿Recuerdas que día es?

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Primero que nada, quiero decir unas cuantas palabras *se aclara la garganta* esto va para mi kuwi jefa, a la que adoro con todo mi corazoncito de pollo, sé cuánto ama el angst y el chansoo, no sé si sea lo suficientemente bueno pero es con mi cariño entero. Sufrí escribiéndolo, eso sí. Ahora a leer.

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Hoy es un día muy especial. Lo sé.

Sé esto porque en cuanto el sol logra iluminar mi habitación es cálido. Porque en cuanto abro los ojos automáticamente observan el techo blanco del que veo pegatinas de estrellas que brillan en la oscuridad. También lo sé porque hoy es 30 de abril del 2016 y es un nuevo recuerdo.

La rutina consiste en hacer un fresco y especial desayuno, con jugo de zarzamora, tostadas con crema, fruta muy colorida picada en cuadros pequeños y un emparedado de jamón con diversas verduras. Es muy nutritivo así como a él le gusta. También le gusta colar unos cuantos dulces y hacer trampa en un desayuno correcto, por eso también llevo unos caramelos en la bolsa de mi sudadera, los toco con mi mano, sería una sorpresa extenderle los dulces y decirle que de vez en cuando es bueno la dulzura en la vida.

Le extendería el plato, colocaría mis codos contra la mesa y lo vería con atención comer lo que hay en su plato, sonreiría y podría mencionar que tiene un poco de crema en sus labios, luego que él no logrará dar con ello me acercaría y con los labios lo quitaría. Su expresión sería graciosa y sus mejillas se sonrojarían y me diría que bien él pudo haberse ocupado de ello.

No me importa quitar con mis labios el desastre que comete, no me molesta hacer nada que lo involucre a él, en realidad. Luego de ello simplemente me levantaría y le extendería mi mano y le diría que hay que dar una vuelta, él ofrecería es mirada de incredibilidad y me diría que no quiere salir con su pijama, pero la verdad es que con pijama o con un traje de noche, KyungSoo es hermoso, que no debe arreglarse tanto tiempo pues su belleza es natural, pero él no aceptaría mi respuesta, simplemente es terco y no aceptaría ir a una cita vistiendo en pijama y como quiero llevarlo entonces termino cediendo.

Todo el tiempo es lo mismo.

KyungSoo termina de arreglarse luego de mucho tiempo, yo terminaría a los siete minutos y él tardaría media hora. No me importa esperar porque soy muy paciente pero él tendría esa expresión en su rostro. No le gusta como se ve, nunca lo hace, siempre es inseguro y termina sacando todo su armario, vestiría veinte coordinados y ninguno le agradaría. Pero yo le abrazaría con fuerza y le diría que es perfecto para mí.

Y es verdad.

KyungSoo no comprende cuan perfecto es y espero que de tanto decírselo llegue a creerlo. Tengo la esperanza de que ese día llegue pronto. No soporto verlo triste.

Luego del abrazo, lo llevaría de la mano, saldríamos de casa y mi sorpresa comenzaría. Primero apretaría su mano y no lo soltaría, mencionaría que es un día hermoso y que por tanto no debía estar triste. Él sonreiría.

Lo llevaría a adoptar un cachorrito al que llamaríamos Mantequilla, luego iríamos a un parque, él estaría encantado de tener otro más. Ya con esté serían cuatro y parecería que nunca es suficiente. Ambos amamos los animales y bien nuestra casa parece un zoológico pero seríamos felices.

Lo besaría incesantes veces y nunca sería suficiente. Lo abrazaría y le diría una y otra vez que lo amo y jamás tendrá el significado suficiente que tiene para mí.

Él me diría que soy un torpe gigante cursi, pero me besaría en la mejilla, sus ojos me mirarían con ese brillito característico y yo suspiraría enamorado. Podría verlo por la eternidad, podría suspirar enamorado y jamás será suficiente para esto que siento.

Él es todo. Su sonrisa, sus labios en forma de corazón, sus ojos grandes, su cabello castaño, su cuerpo pequeño, su manera de molestarse conmigo porque siempre le repito lo perfecto que es, su forma de decirme que me quiere con un golpecito en el hombro, su manera de suspirar con cansancio al llegar a casa luego de un día largo de trabajo, la forma en que bosteza por las mañanas, su risa incesante cuando le hago cosquillas, la forma en que aprieta mis manos cuando necesita apoyo, la manera en se refugia en mi pecho cuando no quiere que le vea llorar. La forma en que me dice por las noches, cuando cree que estoy dormido, que me ama tanto que podría dar su vida por mí.

Pero nunca sentí la necesidad de tomar aquello en serio.

Él no está en ese lugar frío por mí, él simplemente estuvo en el lugar incorrecto en el momento incorrecto. Eso no cuenta como dar su vida por mí y eso es aún más triste porque él no murió feliz pensando que dio su vida para salvar la mía.

Él no diría nada, llegaría muy tarde para saber si había dicho algo antes, él simplemente me miraría con atención con ese brillito en sus ojos. Le rogaría una y otra vez que resistiera incluso le prometería que los paramédicos llegarían pronto, acariciaría su rostro y él me seguiría viendo. Luego dejaría de respirar.

Lloraría en su pecho, lagrimas amargas mojan el suéter de pingüinos que más le gustaba, lloraría aún más porque rompí mi última promesa.

Pero ya no había forma de volverlo a traer a la vida, porque aunque grite con todas mis fuerzas, los médicos no pueden hacer nada, simplemente se llevan su cuerpo y cubren su rostro. No quise que cubrieran su rostro, él es hermoso y espero que aunque fuera en los últimos segundos de su vida se diera cuenta de ello.



Ahora mismo, es 30 de abril del 2016 y no pude evitar hacer su desayuno favorito, no pude evitar esconder caramelos en mi sudadera, no pude evitar adoptar otro cachorrito, no puedo evitar llorar porque él no está. Ni volverá.

Visitaría de nuevo su tumba, llevaría tulipanes blancos y los pondría cerca de su cuerpo, quiero que sepa que recuerdo que ama el aroma de los tulipanes, que recuerdo el día que es. Trataría de ser positivo y me sentaría frente a la tumba pensando que el está frente a mí y le contaría cualquier pensamiento que tuviera.

Le diría que no quiero enfrentar el mundo, que no encuentro forma de simpatizar con las personas, que no me interesa nada de lo que les interesa, le contaría que quienes creen ser geniales no son tan geniales para mí.

También le diría con amargura que el mundo es injusto. Que no tendría la necesidad de extrañarle con tanta fuerza si estuviera conmigo, si nunca hubiese un estúpido mal conductor que no le importa atropellar personas cuando el semáforo esta en rojo. Le diría que ha llegado un momento de mi vida que ya no necesito nada, que el mundo seguirá girando aunque me hunda en mi propia miseria. Que a ellos no les importa si un habitante muere, y que a mí no me interesa si algún otro muere, porque eso no disminuirá mi dolor.

Le diría que no me importa ser atropellado, morir ahí mismo de una bala perdida, le diría que ya no importa nada. Que el mundo es así, indiferente, y que al final solo es un círculo de dolor y la felicidad nunca puede durar lo suficiente. Lloraría mucho mientras digo todo esto, pero sería la rabia que se acumula en mi cuerpo.

Me tumbaría en la tierra y cerraría los ojos, la noche vendría pronto mientras trato de no llorar, porque recuerdo que me decías que me veía feo llorando y no quiero que me veas feo.

Abriría los ojos y mi vista sería el cielo estrellado. Trataría de pensar que una de esas estrellas eres tú. Incluso pienso que si no terminas siendo una de ellas entonces bien podrías estar a mi lado, recostado viendo el mismo cielo estrellado. Sonrío porque eso es lo que más deseo en ese momento.

Estrellas [ChanSoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora