Todo va a ir bien

Capítulo 6

- ¡Vamos Tessa, vamos a llegar tarde a la fiesta! - Me grita Emily en el otro lado de la acera.

Me meto en coche y bajo todo lo que puedo el volumen.

- Ya te he dicho que no me apetece.

- Pero es mi cumpleaños.

Después de haber visto como Kendall pasa de mí totalmente, me dan ganas de buscarle y patearle el culo, pero obviamente no lo hago.

- Lo sé y felicidades, pero en serio, no me apetece ahora una fiesta.

- ¿Qué ha pasado con Kendall? - No sé cómo en unas pocas semanas, Emily me conoce más que nadie. Y yo a ella, claro.

La verdad es que Emily y yo no somos tan diferentes, es solo que quiero ocultar mis semejanzas con ella.

- Pues... es un idiota.

- Eso ya lo sabía.

Me empiezo a reír y pongo los ojos en blanco.

- Es solo que después de lo de hoy pensaba que había cambiado algo, no sé, que por lo menos nos saludáramos al vernos, pero ni eso hace. Pasa completamente de mí cuando me ve, pero no para de mirarme fijamente. - Emily abre los ojos azules y una amplia sonrisa se le dibuja en la cara.

- No pongas esa cara como si lo que te acabo de contar es lo más bonito del mundo, no lo es. - La regaño.

Pone los ojos en blanco y arranca el coche. Llegamos a su casa y me invita a pasar. Cuando abre la puerta veo una casa de lo más moderna pero a la vez bonita. Me lleva hacia su habitación y cierra la puerta acto seguido.

- ¿Por cuál de estos vestidos empiezas a probártelos? - Todos los vestidos son de estampados de animales, pero hay uno que me llama la atención.

Señalo un vestido sin tirantes de color verde oscuro. No es muy corto, pero deja en descubierto mis largas piernas. Emily me pasa unos tacones, altos es poco adjetivo para ellos. No sé como voy a aguantar toda la noche con ellos, así que me meto un par de deportivas en el bolso.

- Ahora déjame maquillarte. - Me dice Emily con un rímel en la mano.

- No gracias. - La idea de que Emily me pinte me hace la idea de que me dejaría la cara como un payaso.

Emily asiente con tristeza y cojo su plancha para plancharme el pelo.

Una hora después estamos las dos listas.

- Tenemos que recoger a Kendall antes de la fiesta. - Anuncia Emily con una sonrisa en la cara.

- ¿Qué? Ni de coña.

- ¡Kendall sube!

No sabía que la casa de Kendall estuviera tan cerca a la de Emily. Espera Tessa, no puedes estar celosa, y menos esta noche.

- Hola, ¿me echabas de menos? - Me dice Kendall con esa sonrisa que tanto me gusta.

Muevo la cabeza hacia arriba para saludarlo. Ahora mismo no me sale ninguna palabra para decirle.

- Hoy vas mejor, me gusta ese vestido. - Está claro que le gusta más porque es más corto, pero a pesar de eso, siento esa sensación extraña en el estómago.

En el viaje, no muy largo, hacia la fiesta del cumpleaños de Emily suena una canción que me recuerda mucho a mis padres.

< Voy al salón dispueta a tumbarme en el sofá y ver una película. Necesito algo para distraerme. En ese momento escucho una canción del grupo favorito de mis padres, "Rolling Stones".

- ¡Bajar el volumen! - Grito.

Mi padre baja las escaleras seguido de mi madre. Se ponen enfrente de la televisión y empiezan a bailar y a cantar esa canción.

No paro de reírme y me uno a ellos. Esa noche me lo pasé genial y agotada de tanto bailar y cantar.>

- ¿Estás bien? - En ese momento me doy cuenta de que ya hemos llegado y estoy en la calle, a solas con Kendall.

Lo único que sale de mi es una lágrima por la mejilla derecha.

Kendall me seca la lágrima antes de que caiga por mi boca. Sus dedos son muy suaves.

Le dedico una sonrisa tímida y me estrecha en sus brazos. Me siento protegida con él. Emana de él un calor que me produce comodidad. Sus brazos musculosos me rodean contra él y otra lágrima aparece, y otra, y otra más...

- No llores por favor. - Me suelta de sus brazos pero lo vuelvo a enganchar. No quiero que se separe de mí.

Emite una carcajada encantadora y me dan ganas de encontrar sus labios con los míos...pero me contengo. No es bueno.

- Venga vamos para adentro. - Me dice cogiéndome la mano.

- Prefiero irme a mi casa, pero gracias.

- Te llevo yo.

¡Sí por favor!

- No hace falta...

- Vamos sube al coche. - Que mono es cuando está de buen humor.