Armin, como pudo, escalo la rocosa pared frente a él, salvando así su vida.
La otra persona que se había arrojado para salvar al castaño, también escalo. Poniendo a Eren de una forma poco cómoda en su hombro y despacio, el de cabellos negros consiguió salir de aquel aprieto.
Armin se había alejado un poco, debido al miedo que aquella persona le causaba, el hecho de que no hace mucho tenia la forma de una gran bestia era algo que no podía olvidar. Y aunque no parecía que iba a atacarlo a él, el hombre no quitaba los ojos de su amigo ¿de verdad pensaba comerlo?.
Los cristalinos ojos azules miraron con atención los movimientos lentos que hacia el de cabellos negros; había bajado a Eren de una forma muy delicada, como si se tratar de algún valioso cristal que con tan solo un leve toque se rompería en mil pedazos, a continuación había puesto su oído en el pecho del chico, como si quisiera confirmar que este estaba vivo.
Con cuidado el rubio analizo la situación, estaban desarmados, Eren estaba desmayado y aquel hombre parecía tener cierta destreza para convertirse a su antojo en lobo o humano, sin mencionar lo rápido que eran sus reflejos, ya que respondió de forma apresurada apenas el suelo se había partido debajo de sus pies. Algo nervioso comenzó a buscar algo con que defenderse o algo que lanzar, y dado que no podía quitar la vista de la escena que estaban dando aquel lobo y su amigo desmayado, tuvo que deslizar sus manos desesperado por el suelo, chocando con algunas piedras, las cuales no dudo en tomar.
En cuanto vio como aquel hombre se acercaba peligrosamente al rostro de su amigo, para luego tomarlo de cabello de forma poco delicada y levantarlo, dejando a su merced el cuello ajeno, su cuerpo simplemente respondió ante el reflejo del miedo que le provocaba pensar que iba a matar al otro, y de forma torpe le lanzo una roca.
La mano libre del azabache raciono a tiempo atrapando fácilmente la piedra sin tener que mover su rostro de aquella posición en la que se encontraba.
-"Apesta a ustedes..." fueron las palabras que el rubio escucho, aquel hombre no quería morder al castaño, simplemente lo estaba oliendo "Aunque guarda un leve olor a..."
-"Deja... ¡Deja en paz a Eren o sino!... o sino" Armin no se sentía muy seguro de sus palabras y dudo bastante, ¿Qué podría hacer?, Mikasa no estaba cerca y, como anteriormente había visto, estaba desarmado
-"De todas formas puedo arreglar eso..." el rubio abrió los ojos debido a la impresión, aquella persona lo estaba ignorando y simplemente se concentraba en examinar a Eren "Tiene un rico olor a chocolate y canela"
-"¡Te eh dicho que lo dejes!"
-"Sabes mocoso" el hombre se levantó con el rostro sereno, y en aquel movimiento había levantado al castaño para ponerlo sobre su hombro como un costal de papas "Recuerdo tu apestoso olor... tu abuelo era un famoso cazador ¿verdad?"
-"... ¿Cómo sabes eso?"
-"Personas como tu abuelo son difícil de olvidar... por salvar su vida entrego a un montón de los suyos incluso entrego a su propia familia" explico dando leves pasos hacia delante, encaminándose hasta el lugar donde se encontraba el rubio
-"¡¿De que estas hablando?!, ¡Mi abuelo me conto que fueron ustedes los que traicionaron el pacto de paz!"
-"¿Ustedes?, te equivocas mocoso... lo que en realidad paso fue que yo me encargue personalmente de acabar con ese estúpido trato, fue molesto manchar mis manos con su asquerosa sangre humana, tu abuelo me rogo que no lo matara y revelo la ubicación de los civiles escondidos con total de que le perdonara la vida a él y a su familia, si no hubiera sido por el cejotas que intervino, tu estarías muerto al igual que muchos de los tuyos... De todas formas encontré lo que busque por casi 4 años y medio, así que ustedes ya no me importan" finalizo para luego arrojar el cuerpo inconsciente de Eren al suelo
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Estaré a tu lado una vez más
FanfictionEren es un joven de 15 años con unos hermosos ojos color dorado que no recuerda nada de su pasado, solo sabe que cuando tenía 10 años fue encontrado por Mikasa y Armin cerca de un rió con la ropa destrozada y cubierta de sangre pero sin ninguna heri...